Sin Carlyle ni Royal, los grupos verticales vuelven a manos españolas

La toma del control de Pullmantur por parte de Javier Díaz, adelantada este domingo en primicia por preferente.com, ha supuesto la vuelta a manos españolas de los grandes grupos verticales del país, cerrando así una época abierta en 2006 con las megaoperaciones protagonizadas por Carlyle y Royal Caribbean.

Ese año coincidieron los americanos en su desembarco en el emisor español pagando Carlyle unos 850 millones a Miguel Fluxá por el negocio emisor del Grupo Iberostar, y comprando Royal Caribbean la naviera Pullmantur al Grupo Marsans de Gerardo Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual, en una operación que rondó los 700 millones entre el precio de venta y la asunción de deuda.

Han sido las dos mayores operaciones turísticas y con diferencia hasta la fecha, por los volúmenes de las transacciones y por la entidad de los compradores, pero ambas se han saldado en retiradas, una más honrosa que la otra, y ahora, tras un lustro de crisis, los dueños de los grupos verticales vuelven a ser españoles, con Juan José Hidalgo, Simón y Simón Pedro Barceló y Javier Díaz a la cabeza, y con el rasgo común de su exposición a América Latina.

Bien es cierto que Royal Caribbean conservará el 25 por ciento de la sociedad matriz de Nautalia y Pullmantur Air, y que del otro 75 por ciento restante, el fondo Springwater tendrá la parte mayoritaria respecto a Javier Díaz, pero los términos del acuerdo conceden al fundador de Gowaii plenos poderes en la parte ejecutiva como consejero delegado del recién nacido conglomerado.

La industria emisora nacional vuelve a mostrarse así como una muy peculiar, pues a diferencia de otros países europeos, el vacacional en España tiene dentro de sus fronteras el producto preferido por los locales, gracias a la cercanía geográfica, infraestructura, clima y playas, lo que explica en cierta parte que gigantes como Tui o Thomas Cook no hayan buscado en España la presencia que tiene en el resto de lugares.

Con Viajes El Corte Inglés, propiedad de Isidoro Álvarez, en el campo minorista, y el Grupo Piñero, de Pablo Piñero, con Soltour en el mayorista, así como otros medianos como Mapa Tours, de los hermanos Díaz; Panavisión, de los Ibáñez, o Catai, de los Fernández Torres, queda el grueso del negocio bajo control nacional, con la única excepción de Viajes Carrefour, que tiene un equipo plenamente español.

Pero esta situación de vuelta de las empresas emisoras a manos nacionales, una vez retirados los americanos, tiene visos de ser efímera, habida cuenta de lo avanzado de la negociación de Globalia para la venta de su grupo, en una operación valorada también en varios cientos de millones de euros, y cuyo cierre, si no inminente, sí se espera que no se demore mucho.