Ryanair busca seducir ahora a las agencias tras despreciarlas

El presidente de Ryanair, Michael O’Leary, ha dicho este miércoles a la prensa inglesa que “queremos trabajar con agentes de viajes”, después de que la low cost irlandesa haya venido despreciando el trabajo de las minoristas hasta el punto de emitir comunicaciones aconsejando al cliente que evitase a las agencias.

O’Leary ha señalado a TTG que “queremos trabajar con los agentes de viajes, pero solo con aquellos que trabajan de forma honesta, y no con los que cargan al pasajero tasas ocultas de equipajes”, aunque ha negado que este viraje en su discurso implique entrar en los sistemas de los GDS como Amadeus.

Las declaraciones despectivas de Ryanair hacia el trabajo de los agentes han sido una constante en los últimos años, como por ejemplo en septiembre de 2005, cuando en concreto para el mercado español la low cost emitió una comunicación instando a los consumidores evitar a las minoristas.

“Ryanair recomienda reservar directamente sólo a través de su web, y expone hoy (martes, 13 de septiembre de 2005) las increíbles comisiones que las agencias de viajes están aplicando por la reserva de vuelos de Ryanair. La aerolínea recomienda a los consumidores españoles evitar dichos recargos reservando directamente a través de nuestra web”, declaró la low cost.

“Viajes El Corte Inglés, por ejemplo, está cobrando comisiones de hasta 45 euros por billete, independientemente del precio de éste y de si se trata de un billete de ida y vuelta o tan sólo de ida. Como quiera que los vuelos de Ryanair pueden estar a la venta por tan sólo un céntimo”, dijo entonces Ryanair.

También en 2009 hizo otros comentarios en el mismo tono faltón con las agencias, tras anunciar que dejaba de volar a Fuerteventura, lo que a su juicio suponía un beneficio para las minoristas, que “se aprovecharán de la salida de Ryanair, incrementando las comisiones que cobran a los pasajeros".

Estas declaraciones llevaron a que la entonces Federación Española de Asociaciones de Agencias de Viajes (FEAAV) estudiase demandar a la low cost por un delito de injurias contra el sector, pues los tribunales españoles han sido muy claros con que los billetes de Ryanair pudieran venderse en las agencias.

Por ejemplo, en enero de 2010, una sentencia de la Audiencia Provincial de Barcelona le negó la exclusividad a la aerolínea de vender billetes, y dio la razón a eDreams, después de que la compañía aérea le denunciara por ofrecer en su portal vuelos baratos de la low cost.

Por este caso, un juez falló en febrero de 2009 en contra de Ryanair, ya que ninguna de sus acusaciones fue considerada cierta, pero Ryanair insistió, y apeló a la Audiencia Provincial de Barcelona, y de nuevo, la sentencia desestimó su denuncia.

Contra Atrápalo también inició una guerra judicial en 2008 que llegó al Tribunal Supremo en octubre de 2012, con una nueva derrota para la low cost, de igual forma que ocurrió con Rumbo en abril de este mismo año, cuando el Supremo también falló en contra de Ryanair.

Así, desde la patronal de agencias han declarado a preferente.com que “Ryanair se ha tenido que rendir a la evidencia, pues en España el 50 por ciento de billetes que vende es a través de las minoristas, aunque nos hayan criticado con tanta contundencia”.

Ryanair ya anunció el pasado enero que trataría de cambiar su posicionamiento en el mercado, y “transmitir un mensaje más sofisticado”, que tenía como fin encarecer el precio medio por asiento, a través de apostar por más pasajeros de negocios, después de que se hayan moderado muchos los altísimos crecimientos en dos dígitos que ha venido registrando en volumen de pasajeros.

La compañía aseguró que ofrecían al cliente corporate su principal inquietud, la puntualidad, aunque los analistas recordaron el hándicap de volar a aeropuertos secundarios, y que sus actuales grandes competidores, como EasyJet desde el noroeste de Europa, Norwegian desde el norte, Wizz Air desde el este, y Vueling desde el sur, son las que suman ahora los crecimientos espectaculares, mientras Ryanair, entre abril y junio, vio reducirse sus beneficios un 21 por ciento.