Si alguien tuviera buena memoria, también recordaría qué pensaban los españoles cuando el primer crucero de turistas llegó a su puerto. Eso es lo que acaba de pasar en Pointe-Noire, Congo-Brazzaville, y que ha desatado todas las expectativas de los locales: el SH Vega, un barco con bandera finlandesa, contratado por la naviera chipriota Swan Hellenic, acaba de atracar en el puerto con turistas ansiosos de algo diferente.
El Congo Brazzaville está en pleno auge económico y considera que los 150 turistas que llegan en ese barco pueden ser el modelo del futuro. “Inaugura una nueva era en la historia de nuestro país”, dijo Lydie Pongault, la ministra de Industria Turística del país.
El SH Vega es un barco para millonarios, que está dando la vuelta al mundo, y llega al Congo después de visitar Angola. Estará tres días en Pointe-Noire antes de partir para Santo Tomé.
El Gobierno local ha incluido al turismo entre las metas del desarrollo futuro, junto con la agricultura, la artesanía y el entorno digital. “Avanzamos hacia la diversificación de la economía”, afirma Didier Sylvester, presidente de la Cámara de Comercio de la ciudad, en L’Echo Touristique, un portal especializado.
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