Gerardo Díaz Ferrán, ex copropietario del Grupo Marsans y expresidente de la CEOE, ha reconocido haber cometido el delito de alzamiento de bienes del que le acusa el juez Eloy Velasco de la Audiencia Nacional. Además, ha afirmado que cometió un “grave error” al “confiar” en Ángel de Cabo y le ha acusado de la quiebra de Marsans, que cayó en 2010 con 200 millones de déficit y más de 11.000 acreedores.
El empresario madrileño, en prisión desde diciembre de 2012, intenta obtener una rebaja de su condena por reconocer los hechos y reponer el daño. En su escrito de defensa, Díaz Ferrán admite que cobró de De Cabo aunque menos de lo que se ha dicho.
El abogado del ex líder de la patronal española apunta en su texto que “Ángel de Cabo incumplió sus obligaciones, no liberó el patrimonio de mi mandante mediante la sustitución de las garantías que había prestado y en una angustiosa situación económica Gerardo tuvo que aceptar de De Cabo sucesivas entregas de dinero en una cuantía inferior a las que las acusaciones relatan”.
El letrado Nicolás González Cuellar alega que su defendido y su socio, el fallecido Gonzalo Pascual, recurrieron a Ángel de Cabo creyendo que era un “gran gestor”. En 2010 le vendieron las empresas de Marsans, después de hacer “todos los esfuerzos posibles para mantener los negocios en funcionamiento y los empleos de sus trabajadores”. La retirada de la licencia de la IATA fue la puntilla.
Díaz Ferrán aduce también que ha actuado en favor de los acreedores, reclamando a Argentina 1.600 millones de euros por la expropiación de Aerolíneas y destinando a la masa activa del concurso los 10.000 euros pagados por el juez Elpidio Silva tras su condena por prevaricación.
El magistrado Velasco acusa a Gerardo Díaz Ferrán y a Ángel de Cabo de alzamiento de bienes continuado, concurso fraudulento, blanqueo de capitales e integración en organización criminal. El Ministerio Fiscal pide 15 años de cárcel para el primero y ocho para el segundo, además de penas de otros ocho años y nueve meses para el hijo del ex dueño de Marsans, Gerardo Díaz Santamaría, así como cuatro años y tres meses para la mano derecha de De Cabo, Iván Losada.
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Vaya asco de país...
como ex trabajador del Grupo Marsans sólo espero que se haga justicia, y que nos paguen a todos los trabajadores lo que nos deben (y que es nuestro, que no es un regalo del Estado ni de nadie) y que se haga justicia cumpliendo la condena completa.
Así los delincuentes de este país como estos "empresarios", consejeros, etc, van tomando nota que ya está bien de tomarnos el pelo. Que sopesen si les compensa seguir robando y engañarnos o estar 15 años en la cárcel.
Como me alegro si realmente se cumple lo que la ley dice, condena para estos delincuentes que se creían estar por encima del bien y del mal, sin pensar en ningún momento en los trabajadores o proveedores, solo en almacenar su dinerito.
lo que si seria bueno que a parte de la cárcel que me parece muy bien, pero pagamos entre todos, y ellos no van a estar con todos los reclusos de régimen general, sino encima con privilegios, que devolvieran el dinero. siguen teniendo un patrimonio este a su nombre o no, pero el dinero hay que devolverlo, pues es robado.
espero verlo algún día, de ellos y de todos los demás ladrones que tenemos de guante blanco en este país.
feliz tarde.