El sector de los cruceros ha sido y sigue siendo uno de los más perjudicados por la pandemia. Su modus operandi, que se caracteriza por la visita a diferentes destinos durante varios días, ha chocado con la constante imposición de restricciones en los países, lo que en muchos casos ha obligado a suspender la actividad de las compañías e incluso ha causado la desaparición de algunas de ellas. (Cruceros: tocados y hundidos por la crisis del Covid 19)
En este sentido, los últimos datos la Oficina Federal Alemana de Estadística (Destatis), a partir de las cifras de la Oficina Estadística de la Unión Europea (Eurostat), muestran que el 2020 dejó un desplome 93% en la actividad de las cruceristas en tierras europeas.
Durante el año del estallido de la Covid-19, sólo 530.000 pasajeros se embarcaron en un crucero en Europa, rompiendo la tendencia de constante crecimiento que se venía observando desde el año 2014. Esta caída contrasta con los datos del 2019, cuando la cifra ascendió hasta 7,4 millones de usuarios.
"Las vacaciones en el mar con salida desde los países de la UE no han parado de crecer desde 2014", señalan desde la Asociación Alemana de Agencias de Viajes (DRV), añadiendo que "han experimentado continuos repuntes hasta el estallido de la pandemia".
Cabe destacar en que, en el año del parón turístico, los puertos españoles lideraron las cifras de cruceros. La gran mayoría de los pasajeros iniciaron su salida en nuestro país, representando el 42% del total de la Unión, con sólo 222.000 clientes. Por detrás se sitúan Italia (125.000 pasajeros y 24%); Francia (98.000 y 18%); Alemania (54.000 y 10%); y Bélgica (15.000 y 3%).
Alegría para los mares.