Los agentes de viajes reiteran su preocupación por el intrusismo en su sector y más aún en los tiempos que corren donde ‘blogers’ e ‘influencers’ de viajes “campan a sus anchas”, indican a preferente.com profesionales de distintas Pymes. Ante ello, este digital se ha puesto en contacto con el máximo responsable de la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV), Carlos Garrido, quien ha avanzado que ya han solicitado a la Administración la creación de una policía turística para que frene este problema (Agencias: alarma por bloggers que cobran 500€ por asesorar).
“Hemos pedido a las administraciones la creación de una policía turística que nos ayude a ser rápidos y a intervenir en el momento en que detectamos un caso de intrusismo y lo denunciamos”, ha señalado Garrido explicando que la idea ha surgido, precisamente, por la falta de agilidad administrativa en la tramitación de las demandas. “Hay que intervenir de forma inmediata porque, de lo contrario, las reclamaciones no prosperan” (Más intrusismo: joyerías que ofertan viajes y excursiones).
De hecho, la patronal ha llevado a cabo “numerosísimas denuncias” en los últimos años que se han visto lastradas por esta falta de agilidad. “Cuando detectamos a un colectivo que está organizando un viaje de manera ilegal, tarda más en gestionarse la reclamación con todos los problemas administrativos que la realización del propio viaje”, lamenta Garrido (De parroquias a colegios: todas las facetas del intrusismo).
Por ello ya han trasladado a las Comunidades Autónomas esta inquietud que a su vez pondrán sobre la mesa en la reunión que tienen pendiente con la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto (Imserso: las agencias mueven ficha y piden cita a Maroto). “Tengo esta petición dentro de mi programa. No depende de nosotros, pero es una reivindicación que tenemos como sector. Es uno de los aspectos que vamos a trabajar y estamos trabajando desde CEAV porque creemos que es bueno para las agencias y para el país”.
La policía turística propuesta por CEAV sería un cuerpo específico integrado en las inspecciones de Turismo de cada Comunidad, detalla Garrido, “que pueda intervenir de forma inmediata y paralizar cualquier acción que se haga en materia de intrusismo”. Así, agrega, “se evitarían los problemas antes de que surgieran”.
QUÉ HACER EN CASO DE INTRUSISMO
Carlos Garrido recomienda a las agencias de viajes que al detectar un nuevo caso de intrusismo informen inmediatamente a las asociaciones regionales, pues ellas, a su vez, trasladan las denuncias a CEAV. “Nosotros damos apoyo jurídico para denunciar, prestamos todos los medios y todos los recursos que necesitan porque consideramos que esta reclamación no debería hacerla una agencia de viajes por sí sola”, explica el empresario.
En ese sentido, insta a las agencias de viajes que aún no estén asociadas a que se unan a las patronales de la región donde tengan su ámbito de actuación. “Cualquier caso pequeño de intrusismo nos preocupa y lo que tienen que hacer las agencias es informarlo y asociarse, unirse porque este tema nos preocupa muchísimo y somo muy proactivos desde CEAV”.
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Sr. Garrido, en Asturias existe una Asociación (OTAVA) que lucha contra el intrusismo, pero no es suficiente si la administración no pone sanciones más duras, pues les compensa más pagar la multa y seguir con el viaje, no solo es un fraude lo que hace esta gente, si no que pone en serio riesgo a los pasajeros, pues la mayoría no llevan ni los seguros obligatorios que la ley exige, más control, también en carretera.
Es muy triste que al abrir una carta veas las ofertas que tu entidad bancaria te ofrece, me da mucha pena que el sector se vaya degradando por no poner freno a tanta gente que actúa sin escrúpulos en beneficio propio.
Una agente de viajes. (jubilada)
La vigilancia del intrusismo debería empezar por los trabajadores de las mismas agencias. Cualquiera con un curso de formación del inem, por ejemplo, puede optar al mismo puesto de trabajo que una persona con una diplomatura o grado en turismo. Y ya no hablemos de las franquicias que no requieren nada más que un cheque con fondos para abrir una persiana, sin importarles si esa persona ha estudiado 4 años para vender viajes o si antes ha vendido plátanos o melones (con todos mis respetos a los fruteros).