Folatur: “La concentración aérea afecta a la remuneración de las agencias”

El presidente del Foro Latinoamericano de Turismo (Folatur), Guillermo Correa, analiza, en una entrevista concedida a Preferente, la problemática entre agencias y proveedores durante la pandemia. Asimismo, da su opinión acerca de la compra de Air Europa por parte de Iberia y lamenta el arduo camino de la intermediación para no irse a pique en estos dos últimos años, ensalzando su gran resiliencia.

Pregunta. La conocida “Comisión cero” por parte de los proveedores a las agencias está muy extendida en España y Europa. ¿Sufren también esta práctica en sus territorios?

Respuesta. En general, en la medida que los mercados son más competitivos existe un mayor incentivo para trabajar con el canal de distribución independiente (agencias de viajes). Hay que hacer una distinción entre el sector aerocomercial y los otros servicios. En estos últimos, y dado que el nivel de competencia es mayor, existe mayor incentivo para trabajar con el canal.

En el mercado aéreo hay mayor concentración, lo cual afecta directamente a la remuneración de las agencias de viajes, tanto en la comisión base como en los incentivos (overs y cumplimiento de metas, por ejemplo).

Observamos que producto del COVID-19, gran parte de las líneas aéreas en el mundo enfrentaron dificultades económicas, que las superaron con ayudas de los gobiernos o derechamente se acogieron a programas de reestructuración financiera (cap.11). Este periodo no estuvo exento de problemas para el canal de distribución, las agencias de viajes, por cuanto las líneas aéreas no respetaron las obligaciones de devoluciones por vuelos cancelados. Por ello, el agente de viajes quedó en una situación sumamente grave. Hemos observado además que después de este período, el servicio de pre y post venta de las líneas aéreas ha sido mucho más débil, problema que ha recaído en las agencias. Es decir, además de disminuir sus ingresos el canal ha visto afectado su estructura de costo por tener que cubrir servicios que corresponden a las compañías aéreas.

P. En los últimos meses se viene observando una tendencia de los hoteleros por ofrecer una venta directa más barata que la de las agencias. ¿Afecta esta situación en Latinoamérica?

R. En la hotelería muchos tienen la opción de ofrecer directamente a sus clientes sus habitaciones a una tarifa más baja que un buen número de agencias de viajes. Ellos están en su justo derecho, en la medida que no sea un mercado que no esté concentrado y que las agencias y los consumidores tengan múltiples opciones de elección. Eso asegura un grado de competencia. Mientras hay algunos hoteles que tratan de vender directo, a precios lo más económico posible, es probable que la mayoría prefiera tener buenas plataformas de venta y elijan al canal de distribución independiente. Estamos ciertos que siempre habrá clientes orientados al precio y otros, al servicio.

P. ¿Cómo valora la posible fusión entre Iberia y Air Europa? ¿Ve beneficios para el sector turístico latino como destino de larga distancia?

R. El caso de Air Europa no es diferente de lo que ha sucedido con otras aerolíneas. El problema es que su cumplimiento ha estado en un cien por ciento en función si recibe o no ayuda del Estado y de sus proveedores, por la vía de acogerse al capítulo 11 que implica un programa de reestructuración financiera.

La posibilidad de que pase a formar parte del grupo British-Iberia no hace más que acentuar la concentración aérea que de por sí creemos que es perjudicial para el consumidor.

P. ¿Cómo han sobrellevado sus agencias la pandemia? ¿Cuentan con alguna estimación o dato de compañeros que se han quedado por el camino?

R. La pandemia ha sido muy dura para la industria, pero sorprendentemente- al margen de los programas de ayuda que han entregado los gobiernos a los distintos sectores de la economía- muy resilientes en términos de lograr sobrevivir por la vía de la venta de otros servicios, la disminución de sus estructuras de costo, el aumento de su eficiencia, entre otros aspectos. Las agencias de viajes además de sufrir la drástica baja de ingresos hemos debido responder por incumplimientos de líneas aéreas e incrementar nuestros costos por servicios que éstas no han prestado debidamente.