El turismo interior, víctima de la oleada de coronavirus

La fiesta va por barrios: algunas regiones están en el peor momento del infecciones mientras que otros van salvándose. El caso más dramático es el de Galicia, donde a partir de este fin de semana se van a tomar medidas contundentes, sobre todo en las zonas turísticas, debido a la eclosión de casos. 

La situación en lugares como Sanxenxo, O Grove, Foz, Cambados, Boiro o incluso Viveiro, en Lugo, o Burela, es de alerta roja, lo que indica la gravedad del momento. Las autoridades sanitarias repiten sus llamamientos a la cautela, sobre todo entre los jóvenes.

En las grandes ciudades de Galicia las cosas no están mejor. En Santiago, Orense, Lugo, Pontevedra, Vigo y La Coruña el aumento de contagios es tan veloz que se está contemplando la inminente exigencia o bien de la vacunación o de una PCR para la entrada en los bares y restaurantes. En algunas zonas de Pontevedra todos los municipios están con medidas excepcionales, precisamente donde más turistas hay.

Según los medios de comunicación, ya no quedan plazas en los hospitales y la Atención Primaria está al límite, sobre todo en las Rías Bajas. En la costa lucense también hay problemas serios.

En Andalucía, aunque las cosas no son aún tan extremas, hay un empeoramiento visible. En Marbella y Estepona, dos zonas eminentemente turísticas, la Junta de Andalucía ha pedido introducir –o, mejor dicho, reintroducir– el toque de queda entre las 2 y las 7 de la mañana, pero no se podrá implementar mientras el Tribunal Superior de Justicia no se pronuncie.

Igualmente, es posible la introducción de la exigencia del pasaporte Covid para entrar en las actividades de ocio, pero la decisión no es firme. Lo que sí es firme es el plan de urgencia en los hospitales que consiste en paralizar las operaciones no urgentes para dejar espacio nuevamente a los pacientes Covid.