El horizonte de quiebras da un acelerón en el turismo

Noviembre es el mes más duro para las empresas turísticas, y estos días se ha registrado un acelerón sobre el horizonte de quiebras que sobrevuela al sector. Algunas mayoristas ya han confirmado su insolvencia, como Politours, Gowaii o Trapsatur, mientras navieras como Transmediterránea y Pullmantur reconocen graves problemas. Las aerolíneas sobreviven a base de rescates, en paralelo a que las hoteleras sondean vender inmuebles.

En Dinamarca, la quiebra de Travel Co Nordic, matriz de turoperadores y agencias como Matkavekka, Solia, Solresor Tours, Sun Tours, Heimsferdir y Terra Nova, supone el cierre del cuarto conglomerado turístico más importante de Dinamarca, solo por detrás de Spies, Apollo y Tui (Quiebra el cuarto mayor grupo turístico de Dinamarca).

Tui sobrevive gracias a un primer rescate público de 1.800 millones que previsiblemente se va a tener que ampliar a un segundo para pasar el invierno tras irrumpir la segunda ola del coronavirus. En Reino Unido, las miradas están puestas en Jet2, con una flota de 90 aviones para un negocio plenamente estacional.

Las aerolíneas se ven muy afectadas ya que no tienen activos con los que pagar sus deudas, ni con los que poner como aval para endeudarse y cubrir las pérdidas de estos meses, por lo que los rescates públicos como los de Air Europa (Globalia), Lufthansa, Air France-KLM, Norwegian o Alitalia están evitando una oleada de cierres.

Compañías aéreas como IAG (Iberia, British y Vueling), Ryanair, Easyjet o Wizz Air están logrando sobrevivir sin dinero de los contribuyentes, y se muestran como mínimo escépticas con una posible distorsión del mercado que las va a obligar a competir con empresas dopadas con ayudas públicas (Las ocho aerolíneas que están más cerca de la quiebra).

Un informe de Bloomberg cita a las ocho aerolíneas de pasajeros con más riesgo de hundirse financieramente, donde figuran Pakistan International; la aerolínea tanzana Precision; Azul, de Brasil; Medview de Nigeria; Air Asia de Malasia; Thai Airways. Gol también de Brasil y Aeroméxico figuran en la lista. En México, Interjet aparece en una situación delicada, y en Latinoamérica, Avianca y Latam se han salvado con rescates públicos (El virus ya se ha cobrado la vida de nueve aerolíneas).

Del lado de las hoteleras, las que más sufren son las más expuestas al negocio urbano y las que tienen más deuda y menos establecimientos ya pagados. Así, Hotusa ha sido la única cadena en admitir que sondea un rescate de la SEPI, mientras el Grupo Barceló también ha afirmado lo mismo aunque centrado para su conglomerado emisor Ávoris, que suma cinco aviones de Evelop.

Las otras grandes cadenas españolas —Meliá, Palladium, Barceló, Iberostar, Riu, Grupo Piñero, Princess y H10— tienen el grueso de su actividad en el nicho vacacional, y su internacionalización les permite recabar liquidez estos meses de temporada baja en España, y de reactivación en el Caribe.

Otras cadenas e inversores están teniendo que poner a la venta hoteles para captar liquidez, como Pau Guardans, o los dueños del Bless de Madrid, así como NH sondea la venta de cinco hoteles en Europa. En algunos portales ya hay cientos de hoteles a la venta, mientras la acumulación de nueva y millonaria deuda es extensiva en hoteleros como los Matutes, de Palladium (El grupo Matutes firma varios préstamos por un total de 448 millones).

Entre tanto, empresas de rent a car como Hertz ya habían presentado su bancarrota en Estados Unidos, pero la segunda ola de coronavirus en Europa hace presagiar que empresas que ya estaban al límite a final de verano, van a tener imposible resistir.

El mercado de viajeros va a contraerse durante un tiempo, y los supervivientes serán aquellos que vayan a la vanguardia tecnológica, a la vez que tengan un producto pensado para el cliente de dentro de unos años. Y con activos, al tiempo que sin mucha deuda. Pero ahora se está en pleno hoyo, y por lo tanto para estas semanas se esperan más quiebras, en un vía crucis hasta que no se acerque la Semana Santa.