Córdoba se convierte en la capital mundial de las agencias de viajes

Córdoba está lista para convertirse a partir de este jueves y hasta el 9 de noviembre en la capital mundial de las agencias de viajes, al reunir por primera vez en la historia en un único evento a los presidentes de las asociaciones de intermediación turística de los principales países de todo el mundo.

La primera Cumbre Mundial de Presidentes de Asociaciones de Agencias de Viajes, que ha promovido la CEAV, aglutinará así a los mayores prescriptores turísticos de España, en un cónclave que culminará con el bautizado como Manifiesto de Córdoba.

Se espera a más de 300 profesionales turísticos del máximo nivel, entre ellos presidentes de confederaciones, federaciones y asociaciones de agencias de viajes, de patronales empresariales, del sector MICE o directores generales y altos cargos de grandes operadores mundiales.

La cumbre servirá, además de una oportunidad irrepetible para vender el destino España, Andalucía, y por supuesto Córdoba, como una plataforma que eleve el rango institucional de la patronal española de agencias desde su ansiada unificación hace cerca de dos años.

El impulso

Resulta innegable ahora más que nunca que la defensa de los intereses de las agencias ha tenido un punto de inflexión desde la creación de CEAV, al erigirse en muy poco tiempo como portavoz único, poderoso e indiscutido del sector minorista y mayorista ante proveedores y políticos.

La atomización característica del mercado de agencias español dificultó en el pasado que la industria de la intermediación turística nacional tuviera un altavoz definido y contundente, unido a que en sus patronales no se movían los presidentes demasiado pendientes de mantener su silla.

Aún hoy existen ciertas asociaciones que reflejan menor compromiso con el sector, en cuyas juntas se atiende a otros asuntos de escasa relevancia, pero desde que un equipo de savia joven desembarcó en las obsoletas patronales, el lavado de cara ha sido radical y la imagen de talento y entusiasmo ha sustituido a la gris y arcaica de sus antecesores.

Uno de los artífices de este cambio de guardia ha venido desde la asociación de agencias de Las Palmas, cuyo animoso presidente de entonces, Rafael Gallego, unió a otros tantos responsables patronales provinciales, como el de Santander y Córdoba, para un proyecto que renovase la manera en que se defendía a una industria que en España es de referencia mundial.

Los orígenes

La cumbre de Córdoba va a suponer la guinda para este proyecto, un foro de una magnitud internacional sin apenas precedentes en el turismo español, ideado por Gallego hace unos cuatro años tras ver una reunión entre presidentes organizada por Zapatero con su Alianza de Civilizaciones.

Antonio Caño, responsable de la patronal de agencias cordobesas, ha sido otra de las personas clave para que la ciudad andaluza fuera la sede del evento, gracias al pronto apoyo que consiguió para la propuesta desde las autoridades turísticas de su provincia y Autonomía.

Gallego y Caño de la mano ya montaron el pasado otoño un pequeño foro en Córdoba que fue ampliamente apoyado por las instituciones locales y cuya buena cifra de asistentes refrendó el pensamiento de que una ciudad como la andaluza, con su gran proyección global, era la candidata acertada.

Córdoba, hace mil años, se erigía como una de las principales urbes del mundo, posiblemente la más avanzada de entonces, y dominada por el islamismo era famosa por su clima proclive a la innovación y a la convivencia y tolerancia entre las culturas más alejadas. La ciudad andaluza floreció gracias a esta mentalidad abierta y a su espíritu de aventura, de adentrarse en lo desconocido de la ciencia y las artes, con el fin del desarrollo de la condición humana, valores que son compartidos por ningún movimiento mejor que por el turístico.

Hoy Córdoba, en estos tiempos de globalización, va a volver a erigirse como centro del mundo durante unos días de una industria, la de las agencias de viajes, apenas organizada a nivel mundial, de forma que la ciudad andaluza habrá dado un paso estratégico para figurar posiblemente en la historia de la intermediación turística, ese sector que cada vez se hará más fuerte a medida que sigan creciendo las clases medias en el planeta.