CEHAT y CEAV: orfandad en el turismo español sin los líderes de los grandes lobbies

La casualidad quiso que en un mismo día las dos asociaciones empresariales españolas que más han defendido el turismo se quedasen sin sus líderes, con el anuncio adelantado en primicia de preferente.com de que Joan Molas deja la presidencia de CEHAT, y de que Rafael Gallego también abandona el mismo cargo en CEAV.

Gallego y Molas han sido en la última década los dos grandes defensores que el turismo español ha tenido en las patronales. Los dos han sido los que más claro han hablado de todo el sector entre las organizaciones empresariales, y también los que más han impulsado actuaciones contra quienes han atacado a la primera industria del país.

El primer presidente de CEAV logró el hito de unir por primera vez a las agencias de viajes en un mismo lobby. En sus ocho años al frente de la confederación ha conseguido dar una visibilidad a los intermediarios turísticos que nunca antes tuvieron, y no le ha temblado el pulso a la hora de denunciar a la IATA o llevando a juicio el fraude con el descuento de residente, destapando una de las mayores estafas al Estado de la historia.

El líder durante 12 años de CEHAT también aglutinó como ningún otro al gremio hotelero, del mismo modo como las agencias, con una estructura muy atomizada y dispersa que siempre complicó concentrarse en un único altavoz. Molas habló sin pelos en la lengua una vez tras otra, y asimismo actuó, como demostró recientemente denunciando la adjudicación del Imserso.

Molas y Gallego coincidieron en cantarle las cuarenta a todas las administraciones y políticos que osaran atacar al Turismo. Y todas las autoridades, gracias a sus cualidades de liderazgo integrador pero clarividente, les respetaron pese a habitualmente dejar en evidencia su incompetencia, miopía o inexperiencia.

Gallego y Molas dignificaron unos lobbies que en el turismo ha sido con frecuencia un refugio de algunos líderes poco edificantes cuyo fin era medrar para sus propias empresas, con los casos más obvios de entonces gigantes catalanes y madrileños, hoy en descomposición. 

Sus sucesores, Carlos Garrido en CEAV, y previsiblemente Jorge Marichal en CEHAT, tienen un listón muy alto, pero también la esperanza de que cuentan ambos con aptitudes de liderazgo y gallardía para seguir en la senda de que, cueste lo que cueste, anteponer los intereses generales del Turismo, en una época con más amenazas que nunca de demonizar al sector.