No es fácil encontrar un rincón de Europa que sorprenda. Pero los turistas que buscan emociones los están buscando, ahora que los viajes de largo radio no son populares por temor a la pandemia. Por eso, lo más exótico de Europa está de moda y se está revalorizando: Albania. Las reservas turísticas a un lugar marginal en Europa se están disparando para, al menos, ver los bunkers que creó la dictadura de Enver Hoxha, que durante 44 años y hasta 1985 desafió al mundo.
Las reservas, según informa The Guardian, se están disparando. Porque, por supuesto, Albania no tiene edificios nuevos, ni costas destrozadas. Es un país exótico, virgen, donde sólo hay albaneses. Y ahora, turistas. El periódico entrevista al propietario de una agencia de viajes especializada en los tesoros secretos de Europa, quien señala que “como Montenegro y Eslovenia, Albania tiene un poco de todo. Aún conserva un aire exótico y, sin embargo, está muy cerca”.
Aunque no lo parezca, porque su gobierno es una olla de grillos constante, azotado por la corrupción, Albania tiene una oficina de turismo que espera una mejora en la accesibilidad. Alguna compañía aérea low cost ha comenzado a volar a Tirana, además de las que tradicionalmente la unen a Italia. En relación a 2019, ha habido un 48 por ciento más de reservas, aunque no hay que engañarse, esto es pasar de muy poco a algo mejor. El perfil del viajero está cambiando: de mochileros que tenían la sensación de arriesgar la vida a las familias. Albania, por supuesto, está beneficiándose de que todos los Balcanes están en cierta forma de moda.
Maravilloso país de playas kilométricas buena gastronomía y precios muy atractivos para nuestro bolsillo. He tenido el placer de estar allí hace unos meses y repetiré en mis próximas vacaciones. Un país lleno de bellezas que quitan el hipo