Un pueblo evacuado por la rotura de una presa vuelve locos a los turistas chinos

Nadie conocía Whaley Bridge hasta principios de agosto de este año, cuando una presa que está al lado del pequeño pueblo del interior de Inglaterra, sufrió daños y hubo riesgo de una inundación. El pueblo fue rápidamente evacuado, las carreteras y la vía del tren cortadas, mientras las máquinas bombeaban el agua de la presa por miedo a una rotura. Finalmente no ocurrió nada: no hubo víctimas y la presa quedó fuera de uso y espera ahora la reparación.

Usted y yo no conocemos esta localidad, pero los chinos sí. Y ahora, desde hace unos días, han empezado a llegar buses y buses llenos de chinos que quieren ver qué ocurrió allí: un Chernobyl en pobre. 

El diario The Guardian cuenta la historia con una mezcla de sorpresa y estupefacción. Camilla Dignan, la dueña de la panadería local, le explica al periodista que no se podía creer cuando vio el primer autocar de chinos parar al lado de la panadería, pocos días después de que se autorizara el regreso de los vecinos. “Mientras los que somos de aquí nos saludábamos emocionados de que no hubiera pasado nada, los turistas empezaron a llegar, especialmente en fin de semana”.  

Todo el mundo pide por la presa, para ver cómo ha quedado. “[Los turistas] están llegando de todos lados. Yo he visto autobuses de chinos. Es realmente increíble. Extraño”, dicen los vecinos.

Mientras tanto, la panadera casi no ha podido salir del horno. “Desde que reabrimos después de haber sido evacuados, hemos estado trabajando sin parar. Algo sin precedentes. Nunca habíamos estado como ahora, trabajando sin descanso”, dice al periodista.

La moda del turismo de catástrofe va descendiendo y puede que un día se lo encuentre en la esquina de casa, donde hace unos días chocaron dos coches.