Un Boeing 737 entero para un único pasajero

Paul Wilkinson había pagado 150 euros para volar desde Faro a Belfast y encontrarse con su mujer. Los dos son de Mánchester, pero se tenían que desplazar a Belfast a un funeral. Ella salió de su ciudad, pero él se encontraba al sur de Portugal, en el Algarve, jugando al golf. Paul tiene 65 años y es vecino de St Annes, cercano a Mánchester

Las cosas empezaron a pintar mal cuando fue al check in y no había absolutamente nadie. Paul dice que pensó que el vuelo de Jet2 se habría cancelado. Sus sospechas se agravaron en la puerta de embarque, donde no había nadie, pero sí había información de la aerolínea. Y del vuelo.

Al embarcar en el Boeing 737 se explicó qué ocurría: iba a ser el único viajero a bordo. Un avión sólo para él, con cuatro azafatas y dos pilotos a su servicio. Excelente negocio porque si tuviera que pagarse este vuelo para él, costaría unos 35 mil euros.

El comandante salió de la cabina a saludarlo. La explicación del uso del chaleco fue individualizada. Y, por supuesto, eligió donde sentarse. Al llegar, su maleta apareció en un instante. Y nunca había pasado el control de pasaportes más veloz, con tres agentes sólo para una persona.

Un vuelo en estas condiciones es bastante habitual al principio o al final de la temporada. Este avión había hecho uno de los primeros vuelos de Belfast a Faro, por lo que no había prácticamente ningún cliente en el Algarve esperando para regresar. Algún día, allá al final de octubre, habrá algún vuelo que vaya a Faro vacío o casi, para retornar lleno. Ahora fue al revés.