Singapore Airlines: agotadas las plazas para comer a bordo de un A380

La psicología humana es difícil de entender. ¿Cómo explicar que en media hora se hayan agotado todos los billetes para comer a bordo de un avión A380, sin que despegue ni que haya pilotos? Esto es lo que ha ocurrido con la experiencia de Singapore Airlines. Ahora la compañía creará una lista de espera porque la demanda está descontrolada.

Inicialmente, Singapore Airlines, como la mayor parte de las aerolíneas de la región, ideó volar a ninguna parte. Se trata de vuelos que parten de un aeropuerto, dan un rodeo de unas dos horas y retornan. Pero los ecologistas pusieron el grito en el cielo, con bastante razón. Entonces la compañía tuvo esta idea: una comida a bordo, pero en tierra. Y ya ven el resultado. En Europa, estas prácticas no se han puesto en marcha, pero Finnair, en Helsinki, ya decidido cocinar para vender en los supermercados: a diez euros un plato igual que los que sirven en sus aviones.

En el caso de Singapore, los viajeros suben a un avión en tierra, en el aeropuerto local.

El primer día del servicio será el 24 de octubre. El domingo habrá una repetición de la experiencia. Lógicamente, no son ingresos económicos suficientes para compensar las tremendas pérdidas de las aerolíneas, pero sí para comprender qué complicada es la naturaleza humana que enloquece por una experiencia tan absurda como comer sentado en un avión, haciendo como si estuviera volando.

No crean que los precios son ‘populares’. 70 dólares por una comida económica, 236 por una de clase business y nada menos que 473 dólares por comer en primera clase, en una cabina correspondiente (la foto es de clase business).

Se puede pagar consumiendo puntos de la tarjeta de fidelización.

La compañía admite unos 235 comensales, la mitad de la capacidad del avión.

Al menos, los comensales no sufrirán turbulencias durante la comida y el avión, seguro, no tendrá problemas para aterrizar.