Se busca al dueño de un 747 olvidado en Valencia

En 2009, el propietario se dejó un Boeing 747 en el aeropuerto de Valencia. Desde entonces, ha acumulado unos doscientos millones de euros en facturas de aparcamiento, más las multas correspondientes por no hacer efectiva la liquidación, más los intereses y recargos. Hoy, nadie sabe qué hacer con el avión. En realidad, es Aena la que no sabe cómo proceder. Obviamente, el avión es suyo, pero ¿para qué sirve?

El propietario del 747 se llama Isidoro Romero. Es un murciano que se hizo rico con los negocios inmobiliarios en el inicio del siglo, cuando España estaba inundada de grúas. Romero debió de pensar que la aviación era como la promoción inmobiliaria, de manera que montó la compañía aérea Pronair.

Pronair primero tuvo dos aviones MD87. Y en 2007 alguien le convenció de que el futuro era la carga, de manera que compró dos Boeing 747. Al poco tiempo, llegó la crisis y se secó el maná que venía de las inmobiliarias. Sin ese dinero, Pronair duró nada. Y allí se quedó el avión, propiedad de una empresa en quiebra. 

Desde entonces, el avión no se ha movido del aeropuerto valenciano. La Guardia Civil lo precintó en su día debido a las deudas de la empresa de Romero y en diciembre de 2020 se dio a conocer la noticia de que Aena, la empresa que gestiona los aeropuertos españoles, lo subastará próximamente, no se sabe muy bien para qué.

Según la web puentedemando.com, también se ha solicitado que el avión sea cedido a instituciones culturales o universitarias de la Comunitat Valenciana a modo de museo o ejemplar para el estudio aeronaútico.