Corría el mes de marzo de 1998 cuando Grupo Viajes Iberia (GVI) puso en marcha la chárter Iberworld. Al frente de este proyecto estaba Casimiro Bermúdez, responsable del bróker aéreo de GVI, Aerobalear y ex director comercial de Spanair.
Iberworld operaba con dos Airbus de la desaparecida chárter BCM, propiedad de Bartolomé Cursach. Este proyecto solucionaba un pequeño problema a Iberojet, ya que la mayorista de GVI, se había visto afectada por la desaparición de BCM, con la que tenía contratada una serie de vuelos.
No era la primera vez que GVI ponía en marcha una compañía aérea. Durante varios años estuvo en funcionamiento Airworld, una aerolínea que básicamente trabajaba con los touroperadores británicos del grupo Sunworld.
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