Japón se harta de los turistas que comen mientras caminan y quiere tomar medidas

Los destinos turísticos están luchando por encontrar formas de pedir a los turistas que dejen de comer mientras caminan sin ofenderlos. Uno de esos lugares es el Mercado Nishiki, que durante más de 400 años ha sido conocido como la cocina de Kioto. El gobierno municipal estima que alrededor del 30 por ciento de todos los turistas extranjeros en Kyoto en 2017 visitaron el mercado y sus más de 120 tiendas que venden kyōyasai (verduras de la herencia), pescado fresco o verduras en escabeche.

En los últimos años muchas tiendas han estado vendiendo alimentos que son fáciles de comer mientras caminan, como la comida frita en pinchos, en línea con el aumento de viajeros extranjeros, según la asociación del mercado.

Sin embargo, la basura se ha vuelto común en la calle estrecha. Además, ha crecido la preocupación de que, en condiciones de hacinamiento, los peatones corren el riesgo de lesionarse con palos de comida afilados que llevan otros.

En un intento por abordar estos problemas, la asociación ha pedido a las tiendas desde el pasado mes de octubre que muestren carteles que digan "No comer mientras camina" en japonés, inglés, chino y coreano.

Dado que la asociación de mercado no quiere alejar a los turistas, por ahora les está pidiendo que cooperen en lugar de prohibir que coman mientras caminan. En su sitio web, la asociación llama a las personas a comer su comida en la tienda donde la compraron.

Otra área donde esto ha sido una preocupación es Kamakura. Su Komachi-dori, una calle de 360 ​​metros de largo repleta de restaurantes y tiendas, es visitada por entre 50.000 y 60.000 turistas por día.

La ciudad introdujo una ordenanza en abril con el objetivo de mejorar los modales callejeros. Aunque no llega a estipular penas, la ordenanza describe comer mientras se camina en áreas concurridas como una "molestia pública que puede arruinar la ropa de otras personas".