Las grandes agencias se concentran entre fusiones, compras y peleas

Las grandes agencias de viajes españolas han arrancado en el último año un proceso histórico de concentración que se esperaba desde hace mucho. Barceló, mediante Ávoris, firmó la fusión por absorción de los emisores de Globalia, liderados por Halcón Viajes y Travelplan. La otra operación cerrada es la compra de Viajes Azul Marino por parte de Iberostar a través de World2Meet (W2m). Y de forma inminente se espera también el cierre de la fusión por absorción también de Viajes El Corte Inglés con Logitravel y Soltour.

Ávoris y los emisores de Globalia sacaron adelante su fusión tras recibir un rescate público de la SEPI de 320 millones, pese al malestar de las pequeñas agencias del país que sin ayudas del Estado apreciaron cierta competencia desleal. El gigante que ha encumbrado a Simón Pedro Barceló como líder de la intermediación turística española, debido a su mayoría accionarial, ha arrancado con más de 260 millones de pérdidas previstas entre 2020 y 2021, y una deuda superior a 460 millones.

El proceso de fusión entre los dos mayores grupos verticales españoles está arrancando también con dificultades, ya que hay constantes y evidentes faltas de armonía entre las cúpulas de ambas partes, que atestiguan también los empleados de base. Las integraciones de sistemas, además, están siendo más complejas de lo previsto, y les pronostican bastante más de un año para unificarlas. Ante esta falta de fluidez entre Vicente Fenollar y Miguel Ángel Sánchez, están buscando enemigos externos para paliar y distraer de las importantes divisiones internas.

Viajes El Corte Inglés, de su lado, avanza bajo el liderazgo compartido de Víctor del Pozo y Jordi Schoenenberger en impulsar un nuevo proyecto basado en convertirse una plataforma que pueda integrar a otros operadores con las que consolidarse como el emisor líder latinoamericano y poder salir a Bolsa en unos dos años. El plan inicial pasa por una primera fusión por absorción de Logitravel en una nueva sociedad con un reparto por definir.

Viajes El Corte Inglés, con unos 2.700 millones de facturación anual prepandemia y alrededor de 50 millones de beneficio, ostentará una amplia mayoría en el canje, ya que Logitravel vino registrando el último año de la crisis unos 800 millones de ingresos y apenas beneficio. Ovidio Andrés perderá así el control de sus emisores, mientras busca centrarse en su hotelera tras perder su buque insignia en Torremolinos y poner a otros venta cuatro activos, como adelantó 'Desarrollo'.

W2M, por su parte, ha firmado la compra de Viajes Azul Marino para cubrir el pata que le faltaba en un modelo de integración vertical en el que sus impulsores, Miguel Fluxá y Gabriel Subías, fueron pioneros desde su época en Iberworld, Viajes Iberia e Iberojet. En cerca de un año han logrado crear un grupo turístico con turoperadores como Newblue o Icarión, una aerolínea como World2Fly que operará las rutas que les ceda Iberia para poder absorber a Air Europa, a la vez que buscan crear una hotelera al estilo de Luabay con Orizonia para los destinos donde operen sus emisores, como también adelantó 'Desarrollo (W2M busca crear su propia cadena hotelera dentro de Iberostar al estilo Luabay).

El resto de grandes agencias españolas que han quedado fuera de este proceso también están preparados para resurgir. Wamos, donde se integra Nautalia, recibirá de forma inminente la aprobación de la SEPI para el préstamo público, mientras tanto Viajes Carrefour como IAG7 ha reajustado su tamaño al nuevo volumen del mercado. La red del gigante francés de la distribución relevó a David Villarino como líder para nombrar a Héctor Floro, en un proceso de renovación de máximas figuras que el sector también ha vivido en el último año y medio con las salidas de la primera línea Juan José Hidalgo y de Jesús Nuño de la Rosa.

Así, el sector de las grandes agencias españolas ha cambiado su configuración con integraciones y con una renovación de sus líderes. La fórmula han sido compras y también unas fusiones no exentas de peleas, así como la marcha de ejecutivos históricos para dar paso a una segunda fila que ha cogido su testigo. Tras este proceso acelerado en los últimos meses se espera una nueva fase de más operaciones desde el otoño una vez cerrada la mayor crisis jamás imaginada por el coronavirus (Covid-19), con un esperado protagonismo de los grupos más ligeros de deuda y costes estructurales.