Las subvenciones a Ryanair en Europa suman 660 millones

Madrid. 8/06/10.- La prensa francesa calcula que las subvenciones a Ryanair suman 660 millones de euros en el conjunto de Europa. Por ejemplo, sólo en Francia, se estima que la aerolínea irlandesa recibe 35 millones de los aeropuertos regionales que utiliza para conectar con las grandes ciudades y destinos turísticos.

Varios de estos aeródromos -financiados por impuestos locales y regionales- ofrecen también tantos servicios gratuitos de atención en tierra que a la compañía aérea le compensa no llevar sus aviones llenos para obtener rutas rentables.

Entre las ayudas gratuitas pueden citarse casos en los que ciertos aeropuertos proporcionan incluso al personal de los mostradores de la facturación de la aerolínea, de acuerdo con el Irish Times. Incluso en casos extremos puntuales, la limpieza de lo aparatos corre a cargo de los aeropuertos en los que opera Ryanair.

Otra de las comodidades puestas a disposición de la aerolínea irlandesa –cortesía de los pequeños aeropuertos- es que sus aviones disponen con frecuencia de la potestad de utilizar gratis las pistas de aterrizaje.

Pero hay casos en los que Ryanair tiene que pagar por el uso de las instalaciones aeroportuarias. Sin embargo, en estas ocasiones en las que hay desembolso, la compañía aérea recibe a cambio cuantiosas “ayudas al marketing”, por las que se compromete con los aeropuertos y las regiones a que aparezca el nombre del destino en la página digital de la aerolínea o en su revista de a bordo.

Así, se dan ocasiones en las que el montante de estas subvenciones asciende hasta 32 euros por pasajero, como en Rodez (centro-sur de Francia), donde la aerolínea ha recibido al menos 3,2 millones de euros entre 2004 y 2006 por 3 vuelos semanales.

Otro ejemplo es el aeropuerto de Beauvais (próximo a Paris), donde la ayuda por pasajero entre 2001 y 2006 fue de 9 euros, gracias a los 28,6 millones de euros recibidos en ese periodo.

Pero la estrategia de la compañía no se ciñe sólo a lograr que nuevos destinos les subvencionen, sino que además busca aumentar los montantes en los aeropuertos en los que ya está presente, bajo la amenaza de hacer las maletas y dejar vacíos sus mostradores, como ha ocurrido en Valencia.

Ryanair actúa así porque no existe un límite legal en las subvenciones que una empresa puede pedir a una región. Ello sin duda ha provocado quejas de la competencia, que han sido canalizadas por la Comisión Europea. Esta institución tiene previsto regular el asunto de las subvenciones, después de que la aerolínea irlandesa haya salido victoriosa en algunos litigios, como con el aeropuerto belga de Charleroi.

La compañía fundada por Tony Ryan en 1985, para contrarrestar el presumible coto a las subvenciones en Europa, y, conscientes del peso del tema en su viabilidad, ha fichado para su consejo de administración a Charlie McCreevy, ex comisario de la UE de mercado interior y servicios, un gran conocedor como es obvio de los intríngulis burocráticos comunitarios.

“Si se suprimieran todas las ayudas y subvenciones que reciben, su balance sería muy distinto”, declara un portavoz de Lufthansa. Las decisiones de Ryanair prueban lo cierto de esta afirmación. Una aerolínea cuyo mérito ha sido sacar tajada de varios de los lastres europeos: el poder del dinero público y su localismo.