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EDICIÓN ESPAÑA

crónica fin de semana

La caída de Air Berlín deja paso a la lucha Ryanair-Lufthansa

En el fondo, el problema del mercado alemán se reduce a una cuestión de costes operativos, que en el caso de las low-cost son muy bajos
Como ha sucedido en otros países, las crisis están generadas por la agresividad comercial de las compañías emergentes, que acorralan a las grandes

Tras la imagen seria y circunspecta que define al mundo empresarial alemán, se esconde, por lo visto, una capacidad suprema para la incompetencia. No es sólo el caso del aeropuerto de Berlín, sino más recientemente también el de la aerolínea que llevó el nombre de la ciudad: nunca nadie había crecido tanto en tan poco tiempo ni tampoco nunca nadie había conseguido hundirse con una deuda de 1.800 millones de euros, la mayor parte sobre las espaldas de los árabes de Etihad. Hay dos operaciones tremendamente fallidas en la historia de Air Berlín que no conviene olvidar: la compra de LTU, la aerolínea de Dusseldorf que volaba especialmente a Mallorca, y la de Deutsche BA, otro desastre que terminó por hundir al adquirente.

 

imagesSin embargo, el gran problema de Air Berlín (como el de Lufthansa) fueron sus costes operativos. Con costes altos, no hay futuro. Porque ahí están Ryanair, WizzAir, Norwegian y hasta Easyjet para atacar en la línea de flotación a quien tenga costes no competitivos. Ahora las low-cost han conseguido su presa, pero eso no acaba su batalla. Su siguiente objetivo son los vuelos europeos y domésticos de Lufthansa, sea con su nombre, sea con el de su filial Eurowings. Por lo tanto, la batalla por el negocio de la aviación en Alemania no concluye con la caída de Air Berlín sino que simplemente vive un nuevo capítulo.

 

En estos momentos, hay cuatro aspirantes a quedarse con los restos de Air Berlín. ¿Qué son esos restos? Como los 140 aviones, incluidos los A-330, son alquilados, sus activos se limitan a los slots de los aeropuertos de Berlín y de Dusseldorf. Y hay un valor más: aunque con el prestigio dañado, Air Berlín es la segunda aerolínea de Alemania, un botín interesante para la primera, Lufthansa, que se quitaría de en medio a un rival, o para las más pequeñas, que podrían crecer.

 

Por eso, a día de hoy, hay cuatro candidatos para quedarse con lo que quede de la alemana, más una quinta compañía intentando boicotear cualquier salida que le perjudique.

 

El primer interesado en Air Berlín es Lufthansa (que ya tiene alquilados 38 aviones en régimen de wet lease para Eurowings). Y quien dice Lufthansa probablemente también diga Gobierno alemán, porque la compañía de bandera no sólo puede beneficiarse de la supresión de un rival sino que ayuda al gobierno evitando el escándalo de los despidos, siempre dañino para las autoridades políticas. Sin embargo, los deseos de Lufthansa son difícilmente defendibles desde el punto de vista de la competencia porque en muchas rutas interiores en Alemania sólo operaban o Air Berlin o Lufthansa. Achim Wambach, responsable de competencia en el país, declaró que este asunto habrá de ser estudiado porque, desde luego, parece probable que haya que poner limitaciones a una absorción.

 

El segundo interesado en Air Berlín es Tui. El tour operador no sólo está interesado, sino que negoció con Air Berlín la creación de una compañía aérea que canalice los vuelos al Mediterráneo de forma conjunta con Tui-Fly. Eso le permitiría a Tui controlar este negocio, canalizar su pasaje y evitar que este negocio quede en manos de los rivales. Las negociaciones de hecho se habían iniciado en una de las interminables crisis de Air Berlín, pero finalmente todo quedó empantanado porque el modelo de negocio no terminaba de quedar claro. En realidad, si Air Berlín va mal es porque sus costes no están ajustados y a Tui, naturalmente, no le interesa añadir problemas a su filial que, por cierto, tampoco es un ejemplo de nada.

 

El tercer interesado es Cóndor. Cóndor es la aerolínea de Thomas Cook en Alemania. Esta compañía aérea está en la misma situación de Tui: no quiere que lo que antes era Air Berlín quede en manos que pudieran ser hostiles a sus necesidades de plazas para sus clientes puramente vacacionales. Pero Cóndor no es un negocio ejemplar, apenas está saliendo de pérdidas y difícilmente podrá asumir esta expansión.

 

Y, finalmente, Easyjet. La compañía aérea británica parece interesada en la oportunidad que brinda Air Berlín. Como Lufthansa, el primer interés de Easyjet serían los vuelos intraeuropeos, no vacacionales, de Air Berlín. Easyjet acaba de crear una filial en Austria, desde donde quiere crear una aerolínea con base en Europa, con la que competir en el caso de que el Brexit terminara por impedirle operar con normalidad. Por eso se especula con el interés de la compañía que ya tiene bases sólidas en Berlín y que tiene interés primordial en el negocio inter-city europeo.

 

A estos cuatro aspirantes a quedarse con lo que sea de Air Berlín, que tampoco es mucho, hay que sumar un quinto interesado que quiere exactamente lo contrario que los anteriores. Es Ryanair. La caída de Air Berlín tiene mucho que ver con la feroz competencia de Ryanair que ha visto en el mercado alemán un terreno ideal para seguir creciendo, conocedora de que sus costes son mucho mejores que los de sus rivales, incluida Eurowings y naturalmente Lufthansa. Por eso Ryanair está interesada en evitar cualquier apaño que pueda permitir sobre todo que Lufthansa se beneficie de esta quiebra.

 

Ahora, el escenario comercial aeronáutico alemán se dirimirá así: tráfico de largo radio, aún más controlado por Lufthansa; corto radio europeo, en lucha con las low-cost y el doméstico, básicamente en manos de quien se quede con los restos de Air Berlín. Y, fuera de este marco, la cada vez más agresiva política de las low-cost. Recordemos que Ryanair no abrirá sus bases en Ucrania con lo que tendrá una media docena más de aviones para destinar a Alemania, profundizando en su conquista del mercado.

 

Porque, por mucho que se diga, a los alemanes, muy suyos, también les gusta volar a precios bajos, aunque al avión lleve bandera irlandesa.


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    4 Comments
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    Luis
    6 años

    Vaya diferencia. Lufthansa dispuesta a contratar el mayor número de empleados de Air Berlín e Iberia con el tercer ERE en marcha y el despido desde la llegada de los hijos de la gran...., de más de 6.000 empleados.

    José
    6 años

    Ryanair está afilando los cuchillos. Los aviones siguen llegando y hay que colocarlos.

    tnt
    6 años

    Lh tiene interes en AB, pero no necesariamente en sus empleados. LH tiene un problema y es que no puede crecer lo rapido que necesitaria hacerlo para ocupar con recursos propios el espacio que deje AB. Quedarse con rutas/slots, tripulaciones y lo indispensable es lo unico que garantizaria que otros (lease FR) no lo haga. El estado aleman tambien prefiere que FR no lo haga, de ahi el interes para que LH se quede con parte.
    LH no se quedara mas que con lo indispensable, esta vez no se quedara ni con la marca AB, que lamentablemente esta muy denostada.
    Y lo de siempre los trabajadores... a la calle!

    Catalina
    6 años

    Qué pasará con mis millas acumuladas del Topbonus? 🙁

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