María Pagés: España exporta cultura

El sábado 18 de octubre asistí al espectáculo, “Yo, Carmen” de la Compañía María Pagés en el teatro The Explanade, el más importante de Singapur. El éxito fue extraordinario. Una sala abarrotada de singapurenses y algún francés, norteamericano, inglés y español aplaudimos a rabiar durante más de diez minutos, cosa muy rara en estos lares en donde el público es sofisticado pero más bien frío.. “Yo, Carmen” es un derroche de creatividad, talento, sentido del humor y cosmopolitanismo. Sentí, no puedo negarlo, orgullo de ser y sentirme español.

Una vez terminado el espectáculo no pude menos que pensar que España no estará en el podio de la grandes potencias y que no destaca en muchas áreas económicas, pero es, y siempre ha sido, un país de extraordinarios artistas. También lo es, hoy, de grandes deportistas y, en sectores como el turismo y la moda, de grandes empresarios y fantásticos directivos y trabajadores. En un momento difícil para nuestra economía, en el que una de las pocas opciones que tenemos para salir del pozo es exportar más. 

Todos, empezando por el Gobierno, deberíamos dibujar un marco que incremente sustancialmente esta exportación. Podemos exportar cultura, arte, el idioma español, moda, know how turístico, vino, brandy, Jerez, jamón, queso, aceite de oliva y multitud de productos alimenticios sin igual y la lista sería larga. No, no pido subvenciones. Saben ustedes que esto no es lo mío. Las subvenciones ayudan a los mediocres y convierten a los buenos en agentes del poder político. Lo que deberíamos hacer es crear un marco legal, financiero y tributario que hiciera que los artistas, los exportadores y todos los que de verdad forman la Marca España hicieran el trabajo por sí mismos, con garantías de supervivencia y buen retorno. Eso, además, generaría sinergias en el sector turístico doméstico, porque el dar a conocer lo que somos y ofrecemos atraería más turistas a nuestro país, ávidos de degustar un buen jamón con una copa de fino o de acudir a un tablao a disfrutar de genios apoderados por el duende.

Volviendo a María Pagés, oí hace unos días referirse genéricamente al flamenco y al baile español como espectáculos de “lolailos”. Bien, hay quien prefiere el DJ y la intoxicación, hay, también, quien tiene la sensibilidad cultural en donde la espalda pierde su noble nombre.