No todo iban a ser desgracias en la política turística de este país. Alguna ventaja tenía que deducirse del hecho de no contar con nadie al frente del turismo español. Esa ventaja se ha hecho evidente ahora, cuando el gobierno está en funciones y no toma decisiones. ¿Qué diferencia puede existir entre la ausencia de gobierno por incapacidad, que hemos tenido durante más de cuatro años –porque no hay que olvidar la etapa socialista–, con la ausencia de gobierno que tenemos desde hace ahora diez meses, debido a que en campaña o en funciones no se toman decisiones?
Llevábamos tiempo sin rumbo, pero al menos teníamos a alguien al frente de los ministerios y secretarías de estado. Ahora, en cambio, las cosas son más transparentes: ni siquiera hay alguien que acuda los lunes por la mañana a abrir las oficinas. Nada. El silencio total. El ministro en funciones ni siquiera tiene su despacho en la casa, sino que un mensajero le debe llevar las firmas urgentes e inevitables a la sede de Economía.
¿Y de la encargada del Turismo? Hasta ahora no hacía nada y ahora no puede. Pura cuestión de matices, porque al final seguimos donde estábamos. Menos mal que el sector sigue demostrando su potencial y capacidad al margen de las instituciones públicas.
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Como en otras muchas cosas querido amigo, lo que dice bien poco en favor de la ¿clase? política.
Esta claro que lo unico importante en España han sido los verdaderos empresarios y los autonomos capaces de dirigir y consolidar organizaciones. Han dado de comer a todo el mundo. El problema de España ha sido la hipercorrupcion politica: cualquier cosa proxima a la politica ha servido solo para saquear el ahorro de los trabajadores, el futuro de sus pensiones y boicotear por propio y unico interes cualquier iniciativa razonabley buena la poblacion y la economia. A todo NO salvo a lo que llene su bolsillo (e aqui el retrato de los politicos que se autodenominan de izquierda).
Se debe rezar para que no se infiltre lo politico en los grandes grupos del turismo. Porque en otro caso, por bien que vaya todo, se arruinaran igual que se ha arruinado la Banca. Por ejemplo.