El caso de British Airways y el ocaso de un imperio

El fallo del sistema informático de uno de los grandes grupos mundiales del transporte civil British Airways y el carajal montado durante varias jornadas ante el incomprensible “crak” viene a confirmar que el tiempo todo lo puede.

BA fue durante muchas décadas el orgullo británico por antonomasia en los tiempos modernos; lucía siempre una cierta prepotencia (que acompaña indefectiblemente a los súbditos de Su Graciosa Majestad) desde aquellos años del “Concorde” que fue un hito y que acabó malamente.

Su potencia era de tal magnitud en el transporte aéreo civil que engulló a la hispana e histórica Iberia de una tacada. Bien es cierto que la otrora compañía de bandera española había tenido una vida estrambótica y convulsa siempre enjugando sus enormes déficits empresariales a lomos del presupuesto público y la ayuda gubernamental que costó a los españoles muchos miles de millones de euros. Una vez privatizada resultó carne de cañón en un mundo abierto y sometido a las normas de la competencia de la Unión Europea. Ruinosa fue su apuesta por Iberoamérica comprando Aerolíneas Argentinas que fue más una visión de Estado que un proyecto empresarial en toda la regla.

Bien. Un fallo lo tiene cualquiera, eso es verdad, pero no tan grave como el acaecido hace unos días en BA. ¿Se imaginan lo que hubiéramos dicho si ello hubiera pasado a algunas de las compañías españolas? Se hubiera armado la de dios con preguntas parlamentarias incluidas.

Todo ello me lleva a concluir que tras el Brexit –sostenido por la Britannia profunda frente a la inquina de las clases más progresistas (de progreso) y con visión internacional-, el Reino Unido no da una a izquierdas. ¿Estamos ante el fin de un imperio tan singular como el inglés? Hay muchos datos para afirmar con una cierta sustancia de forma afirmativa. El viejo adagio “small is beautiful” ha pasado a mejor vida y parece mentira que el pueblo inglés –tan pagado de sí mismo y siempre a la vanguardia de lo mundial- no este leyendo lo elemental que está pasando en el largo y ancho mundo.

LO DE RIU

La semana turística concluye con el “pelotazo” del Grupo Riu comprando al Grupo Baraka el cien por cien del Edificio España, ahora mismo el más famoso del país tras las ideas y venidas del chino Wanda y su forcejeo con el ayuntamiento podemita de la Capital.

Desde mi perspectiva, siempre modesta en estos grandes negocios, los dueños y ejecutivos de Riu Hotels & Resorts han tenido una visión a largo plazo por encima de la mera coyuntura. Ese edifico tiene mucho futuro en forma de negocio. Está ubicado en un lugar emblemático de Madrid, habrá 650 habitaciones de cuatro estrellas con un amplio sector dedicado al comercio que a buen seguro causará furor. 272 millones de euros es una cantidad estimable y ello viene a demostrar también el músculo del Grupo Riu al embarcarse en una operación con muchos ceros.

LO DE LA CHAMPIONS

Leo en preferente.com que Air Europa ha cancelado la mitad de las operaciones previstas para el traslado de los fans del Real Madrid en su final de Cardiff. Una ciudad galesa que no estaba preparada en modo alguno para albergar un evento de esas dimensiones, máxime tratándose de dos equipos que arrastran a miles y miles de seguidores.

Los señores de la UEFA deberían tener en cuenta a la hora de cooptar sedes para las finales de fútbol el factor negocio/turístico porque en el fondo, al margen de lo estrictamente deportivo, una final de Champions es también eso.

¡Una pena!