Baleares se encamina hacia uno de sus inviernos más prósperos, con más vuelos, reservas y hoteles abiertos y el papel que juega el Palacio de Congresos de Palma es clave. Solo en enero y febrero ya hay más de un hotel que ha colgado el cartel de completo gracias a los más de 20.000 congresistas que atraerá la infraestructura gestionada por Meliá Hotels International (Meliá impulsará la reforma del Paseo Marítimo de Palma).
Baleares pugna en la liga del turismo de congresos y aunque viene “de muy abajo”, como destaca el director del Palacio de Congresos, Ramón Vidal, el objetivo es situar al recinto “en primera línea” en el segmento MICE (Reuniones, Incentivos, Congresos y Reuniones), publica El Mundo este jueves.
¿Se notará el efecto de la inestabilidad de Cataluña? Vidal no se pronuncia pero reconoce que este turismo “busca tranquilidad”.
2018 arrancará con dos congresos multitudinarios. Uno, en enero, de una firma de automóviles que prevé la llegada de 9.000 visitantes por lo que el Melià Palma Bay, el hotel adyacente, ya no tiene habitaciones disponibles. Otro, en febrero, de una compañía tecnológica que llegará a atraer a 12.000 personas.
También otros establecimientos se benefician del efecto desestacionalizador del Palacio de Congresos. La Asociación de la Playa de Palma confirma, a través de su presidente, Javier Vich, que desde 1 de octubre “se está notando” en la capital balear.
“Todos quieren hacer congresos médicos en Palma”, asegura Vidal y confirma “el interés que ha despertado el destino”. Incide en cómo será el cambio definitivo para romper con la estacionalidad y “cumplir” el objetivo de “situar la infraestructura en la primera línea del segmento MICE.
El Palacio cerrará el año con 170 eventos y unos 30.000 asistentes.
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