Análisis, matices y proyección del verano turístico récord de España

Un análisis más sosegado sobre el verano récord español descubre matices que son contrarios a lo que la opinión publicada ha venido reflejando, pues mientras en Baleares o Barcelona el tema de la “masificación” o “saturación” han sido los asuntos comunes en los círculos políticos de izquierda, han sido Canarias, Comunidad Valenciana y Andalucía los destinos con mayores incrementos de turistas.

Uno de los termómetros más fiables para medir el pulso turístico es el de la cifra de pasajeros en los aeropuertos españoles, y según los datos consultados por preferente.com, a la cabeza de la tabla de crecimientos en julio y agosto sumados se ubican los de Tenerife Sur -un 21,8% más- y Gran Canaria -un 18,6%- más, mientras los tres aeropuertos de Baleares las alzas han oscilando entre el 9% de Palma, el 8,9% de Ibiza y el 8,4% Menorca, y en Barcelona ha sido del 8,2%.

Los otros grandes destinos vacacionales españoles sí que han conseguido incrementos de doble dígito en pasajeros en los dos meses centrales del verano juntos han sido los de Alicante-Elche -un 15,9% más-; Valencia -un 14% más-, y Málaga-Costa del Sol -un 13,9% más-, que además por ser peninsulares y ante el lleno en Islas se han beneficiado de mayores llegadas en coche del turista interno.

Así, la conclusión es que los destinos donde los gobernantes regionales son ‘pro-turismo’ han crecido bastante más que en los que estigmatizan a la industria y magnifican sus impactos negativos, con las cifras que muestran tres patrones regulares como que en los dos grandes aeropuertos de Canarias el crecimiento ha rondado el 20%, en los de la costa peninsular el 15%, y los tres baleares el 9%.

El efecto de este crecimiento se está traduciendo en subidas casi equivalentes de los precios hoteleros en España para el verano de 2017, de entre el 20 y 25% según unas inéditas declaraciones del CEO de Ryanair, Michael O’Leary, a quien no interesan estas alzas y puede que en alguna medida las exagere, pero más mayoritariamente de en torno al 10%,según ha pulsado preferente.com.

No obstante, estos porcentajes disparados ocultan que el grueso del aumento es de turismo de peor calidad alojado en la oferta ilegal, lo que baja el gasto y sobre todo corre el peligro de hacer crecer la turismofobia ya que el visitante se integra en los inmuebles residenciales en lugar de como hasta hace poco en zonas delimitadas para ellos.

Así, gobernantes locales como los baleares o los de Barcelona se están poniendo manos a la obra a regular la oferta canalizada en gran parte por Airbnb, con más ruido que nueces como es habitual en ellos, aunque de alguna manera puede considerarse un primer paso esperanzador para que el modelo turístico de España sea más sostenible a largo plazo y no fruto de una coyuntura de que los destinos competidores estén cerrados.