Una norma legal hundirá a las empresas turísticas en deudas

NIIF 16. En la jerga contable, este es el nombre de la norma que se va a introducir en España y Europa a partir de este año y que supondrá un revolcón para todas las cadenas hoteleras y las aerolíneas y, en menor medida, también para el comercio. La NIIF 16 establece que los alquileres deberán computarse como deuda y han de figurar en los balances de las compañías. El derecho de uso de un bien se anotará en el activo y el alquiler en el pasivo. Esto supondrá que la deuda de las empresas que tengan muchos alquileres se disparará sensiblemente.
En el lado positivo de este cambio, los gastos de la cuenta de resultados se verán notablemente reducidos porque los alquileres desparecerán de ellas, dado el nuevo criterio de contabilización. O sea, se disparará el Ebitda y, al mismo tiempo, el endeudamiento. Probablemente, algunos modelos que hoy se consideran financieramente beneficiosos terminarán por perder popularidad.
Sin embargo, hay dos actividades del mundo del turismo que estarán afectadas frontalmente: por un lado, los hoteles que no están en régimen de propiedad. Como se sabe, en contra de lo que había sido norma históricamente, hoy cada día hay más y más cadenas que venden el hotel y se quedan con su gestión, mediante un contrato de alquiler –que desde ahora ha de estar en el pasivo– o mediante un contrato de management, que no es tan claro que deba computarse como pasivo. Como quiera que la figura más habitual es la del alquiler, salvo Riu y Piñero, las demás cadenas se van a encontrar con que sus balances se verán lastrados por la aparición de unos pasivos importantes. Observen por ejemplo el caso de NH. A finales de 2017, esta cadena tenía una deuda neta de 636 milones de euros que a finales de 2018, con la misma situación patrimonial, deberá aumentar a los 3.000 millones, porque tiene cuotas por arrendamentos operativos por un valor que ronda los 2.350 millones de euros.
El mismo problema afectará a ciertas aerolíneas que tengan flotas en régimen de leasing. El precio del avión a pagar como alquiler deberá aparecer como deuda, al mismo tiempo que se reducen los gastos. Según los expertos en bolsa, una de las aerolíneas más afectadas sería el grupo IAG, aunque es probable que otras compañías también presenten el mismo tipo de situaciones.
Un efecto realmente importante de este cambio está en que al modificarse sustancialmente los ratios de deuda, automáticamente varían los tipos que aplican los bancos en sus créditos, lo cual modificará sensiblemente los costes financieros de las empresas más endeudadas.
Fuera del mundo del turismo, la banca e Inditex, que llevan años vendiendo sus edificios para realquilarlos inmediatamente después, son casos que los expertos prevén que resulten afectados.
Por supuesto, esta norma no es exclusivamente española sino que es una modificación que introduce el International Accounting Standards Board (IASB), que es el organismo internacional que regula los usos contables, y que ha estado años estudiando la introducción de este cambio. Esto reduce el impacto porque afectará igual en todos los países y a todas las empresas que se encuentran en esta situación. Las cadenas hoteleras americanas, por ejemplo, tendrán serios problemas porque casi todas ellas trabajan con alquileres. E incluso Accor, la primera cadena mundial en hoteles en propiedad, francesa, había comenzado a modificar su modelo que ahora quizás deje de lado nuevamente.