B-Travel, una feria “de fira” o “fireta”

En lengua catalana, la expresión “de fira” equivale a algo poco sólido o de poca consistencia. Pues bien, la última edición del salón de turismo B-travel celebrada el pasado fin de semana bien merece tal calificativo: una feria “de fira” o fireta”. Aunque esta palabra última tiene también otro sentido, el de jugar a cocinar con instrumentos de reducidas dimensiones.

Barcelona es sede de grandes eventos feriales. Desde IBTM World -en turismo de reuniones-, al Mobile World Congress, pasando por la recientemente celebrada Alimentaria, que este año se combinó con Hostelco. Estadísticamente una manera de engordar las cifras, pero en la realidad con la discordante nota de que algunos de los expositores del segundo salón ferial quedaron bastante descontentos de esta primera experiencia de celebración conjunta, al considerar que se les había asignado una localización dentro del recinto ferial poco idónea en cuanto a accesibilidad de los visitantes.

La Ciudad Condal intentó durante años tener su propia feria de turismo general. Había quienes querían competir con la madrileña Fitur. Los sucesivos intentos fueron en vano. Sin embargo, cuando se llamaba el SITC -y al frente del equipo organizador estaba Ramon Bagó- el evento satisfacía a los expositores, que solían regresar a casa satisfechos. Luego vino la crisis, aquel salón decayó, fue rebautizado y aunque Fira de Barcelona lo mantiene -con pretensiones de una sección profesional- se ha convertido en una feria “de fira” o sea en un salón de poca consistencia, por su pequeñez en cuanto a expositores.