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EDICIÓN ESPAÑA

INFORME | Análisis de lo que ocurrirá con la venta

La privatización de Aena, con más sombras que luces

Pocas veces una venta ha ofrecido menos atractivos para el inversor que habrá de pagar para tener un papel mínimo
La gestión, los riesgos y las incertidumbres de la operación quedan reflejadas en el anuncio de Fomento de conservar plantillas

El Gobierno acordó la venta del 49 por ciento del capital de Aeropuertos Nacionales. La reacción inmediata de la oposición y de varias autonomías fue crítica. “Se pone en manos particulares un patrimonio nacional”, acusan, sugiriendo que las pérdidas de Aena fueron para el Estado pero que ahora los beneficios serán compartidos con el sector privado. En varias regiones, como era de esperar, se pide adquirir el control de los aeropuertos locales, oponiéndose a esta participación privada.

 

aena-capital-privadoIntentemos hacer un análisis detallado de qué es lo que ocurrirá a partir de ahora con la parte de Aena que se venderá a inversores privados, la parte que gestiona los aeropuertos. Cuando se analiza una sociedad, como es en este caso, hay que tomar en cuenta dos aspectos diferentes, ambos de gran importancia: por un lado, el valor real de la sociedad y, por otro, su capacidad de creación de ingresos, cash flow. ¿Qué es lo que comprarán los particulares?

 

Desde el punto de vista del precio de la sociedad, el valor de Aena es algo bastante complejo de determinar. Sí, los aeropuertos serán de su propiedad, pero un aeropuerto no es enajenable, por lo que no tiene valor de mercado, salvo para este uso. En segundo lugar, esos aeropuertos tienen el valor que le permita la Ley, porque el vendedor de Aena, el Estado, mantiene como es lógico la capacidad para decidir por ley qué servicios, qué precios, qué normas, qué tasas aplicará. Cualquier modificación en este sentido, afecta sensiblemente el valor de la empresa.

 

En tercer lugar, no olvidemos que quien compra Aena asume la deuda de esta entidad, superior a los 12.000 millones de euros. Esta deuda parece que hoy es manejable porque los tipos de interés están muy bajos. ¿Qué ocurrirá en el futuro? Como es evidente, desde el punto de vista del valor de la sociedad, no estamos ante una compra exageradamente atractiva. Aena, en cambio, vale mucho más como generadora de cash flow, como máquina de imprimir billetes. Efectivamente, en 2013 tuvo notables beneficios pese a que su gestor ha sido el siempre ineficiente Estado, lleno de compromisos, hipotecas, servidumbres. Aena tiene valor en la medida en que la diferencia entre los ingresos que pueda generar y los compromisos que haya que asumir, sea positiva. O sea, que pueda dar beneficios. Esto es lo que compra el particular: la capacidad de generar beneficios.

 

El socio mayoritario

Pero, con un condicionante totalmente oscuro y peligroso: el otro socio, el que se reserva la gestión, es el Estado, el que conserva el 51 por ciento de la sociedad. Esto es muy problemático porque el Estado funciona con criterios electorales que casan bastante mal con los criterios empresariales convencionales. ¿Qué ocurre si el gestor opta por tomar una decisión operativa impuesta por la política, que perjudica los intereses de la sociedad, por ende de los accionistas? Pensemos que, además, el Estado, que es ese socio mayoritario, tiene poder legislativo, de forma que en cualquier momento puede modificar las reglas del juego y poner a Aena en una obligación no prevista en el momento de la compra de las acciones. Igual que las leyes en vigor las aprobaron los partidos políticos, igual las pueden modificar.

 

Con este escenario, ¿arriesgaría usted dinero suyo en esta empresa? Estoy seguro que nadie en su sano juicio lo haría, pese a lo cual, ya han aparecido los simplones que hablan del negoción que hará la empresa privada. Nada de eso, excepto que haya otros factores no visibles. Algo que en este país es frecuente, aunque sea contrario a la transparencia y al buen hacer. Lo no visible es lo que permite entender lo incomprensible. Por ejemplo, que a cambio de estar en esta sociedad y de arriesgar esta inversión se logren contratos en otras empresas o en otras actividades. Por ejemplo, que haya una promesa no declarada públicamente de una futura ampliación de la participación privada, para la cual los accionistas minoritarios quedan en excelente situación.

 

El marco regulatorio

El punto más incontrolable de esta entrada de capital privado es el marco regulatorio, hoy desconocido. El accionista mayoritario, o sea el Gobierno, dice que antes de la entrada de capital privado fijará un marco regulatorio claro. Es decir que dirá cómo funcionará Aena en el futuro. Sin embargo, este marco tiene muchos puntos que serán por naturaleza oscuros. El primero es que es muy difícil discutir con el socio de una empresa si ese socio es quien fija las reglas del juego y quien, naturalmente, las puede cambiar si lo desea.

 

En segundo lugar, no menos problemático, es que estas reglas son las del actual Gobierno. ¿Qué garantiza que en dos años, con otro Gobierno, ese marco no cambie radicalmente? Más bien, conociendo España, casi se puede asegurar que este marco tiene poco futuro. Y, aún más sutil: las propias posturas actuales del Gobierno pueden cambiar si la situación política lo aconseja. Por ejemplo, una huelga, un conflicto, una tensión con una autonomía y tenemos garantizado el cambio del marco regulador. En ese marco regulatorio es donde se supone que se tienen que fijar los estándares de calidad del servicio aeroportuario. ¿Qué quiere decir esto? Es muy variable y casi imprevisible. Por ejemplo, ¿qué calidad de instalaciones exige el Estado para nuestros aeropuertos? Estamos muy por encima de los niveles medios de otros países, especialmente en los aeropuertos pequeños y medianos. Traducido a casos concretos: ¿debimos cerrar el antiguo aeropuerto de Santiago para hacer el actual? ¿Alicante no podía continuar unos cuantos años más con el aeropuerto antiguo, recientemente ampliado? ¿Permitirá el Gobierno que se reduzca la calidad del servicio, para simplemente adaptarnos a lo que se puede encontrar en aeropuertos similares de Europa, de la Europa más desarrollada? ¿Qué ocurrirá cuando un alcalde o un presidente de autonomía apele a la dignidad de su pueblo para obtener más servicios? ¿Se paga eso con cargo a una empresa que es mitad privada, mitad pública? Recordemos que aquí es donde cuenta saber que la gestión la conserva el Estado.

 

En ese marco se deben fijar también los niveles retributivos. En el sector público español no se han fijado los niveles retributivos como en el sector privado, sino en función de la capacidad de presión de los diferentes colectivos. Por ejemplo, antes de irse a casa, el ministro Blanco firmó un convenio ventajoso con los sindicatos de los aeropuertos, que hay que respetar hasta que caduque. Entonces, la cuestión trascendental es si el accionista mayoritario podrá soportar otro conflicto para no permitir condiciones ventajosas como las habituales en este sector. Para empezar, en la misma rueda de prensa de presentación de esto que llaman ‘privatización’, la ministra anunció que no va a haber reducciones de plantilla. Ya pueden imaginarse, tras esta declaración, qué hará Aena en el futuro, diga lo que diga un análisis racional de la gestión de recursos humanos. Y diga lo que digan los gestores públicos que son nombrados por Fomento. Esto simplemente es para ir haciéndonos a la idea.

 

Las tasas

 

Pero no todo es la cuestión laboral. Quizás peor será soportar la presión de las autoridades locales y regionales en sus aspiraciones de captar líneas aéreas. Según el discurso al uso de nuestros líderes locales, sus regiones son incomparables, insuperables, deseadas por todos los viajeros del mundo, que si no invaden la región es porque hay pocos vuelos, porque son muy caros o porque el aeropuerto no está como toca. Por lo tanto, lanzan una presión insoportable sobre el Ministerio de Fomento para que baje las tasas aeroportuarias (carísimas porque la estructura de costes de Aena es insoportable, especialmente por sus inversiones alocadas), subvencione aerolíneas o modernice las terminales, para permitir que las masas de viajeros puedan visitar el anhelado rincón patrio. Esto supone o renunciar a ingresos, o gastar más de lo que habría consentido el inversor privado. Y quien tiene que tomar estas decisiones es el accionista mayoritario, ante el cual el privado simplemente puede votar que no y callar. Al fin y al cabo, un accionista minoritario es un accionista minoritario.

 

Aún hay un punto delicado más. Lejos de lo que dice la oposición, este inversor tendrá que poner encima de la mesa importantes cantidades de dinero para tener el derecho de acceder a una parte de los beneficios que genere Aena, si los genera. Habría que ver si la retribución de esta inversión es superior a lo que se conseguiría colocando ese dinero en otro tipo de activos. El propietario de Aena, o sea el Gobierno en representación de los ciudadanos españoles, conseguirá ingresar un dinero importante que destinará a lo que crea oportuno. Pero ya lo verán, el inversor privado no sólo será denostado como el que se queda con lo que es de todos, cuando en realidad no podrá mover ni un papel, sino que todo el mundo se olvidará de que ha tenido que poner encima de la mesa una cifra de dinero realmente importante, con una insegura promesa de rentabilidad. Los mismos que aprueban una reforma constitucional en la que se declara que las deudas a la banca internacional se pagarán prioritariamente, descalifican a unos inversores que, encima, no tendrán voz en el proyecto para el que hacen el desembolso.

 

Este es el horizonte de la privatización de Aena: no se cede la gestión, no se establecen horizontes, se mantiene la politización y se pide que unos particulares pongan dinero a cambio de no se sabe bien qué. El tiempo nos explicará qué se pretende. 


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    5 Comments
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    Tico
    9 años

    No le de más vueltas señor Amador. Esto es sólo la fase uno de la privatización. Consiste en hacer un poco de caja y darse tiempo para aclarar la legislación. Además, primero hay que saber quienes serán los 'socios mayoritarios' antes de regular (ya se sabe, favores y demases). Otro factor es que sí mañana Cataluña pide el Prat, la parte que les tocaría estaría contrarrestada por el capital privado. Esta operación hay que leerla en clave política, no economica

    PPrivatizador
    9 años

    Ya adaptarán la legislación, y si nó, decretazo al canto.... No es la primera vez que lo hacen. Recuerdo compañeros de pupitre de Ansar al cargo de empresas nacionales PPrivatizadas... Y como decía Tico, tràfico de favores; hoy te compro Aena por ser quien eres, aunque sea un descalabro, pero mañana, tu me cambias cierta normativa para favorecer el resto de mis negocios o me adjudicas cierta obra pública para compensarme con creces...

    Leo
    9 años

    La privatización del 49% de Aena es un escándalo.

    ¿Dónde está la fiscalía anticorrupción?
    ¿Dónde está la prensa?
    ¿Dónde está la oposición?
    ¿Dónde está el Ministerio de Economía?
    ¿Dónde está el Ministerio de Hacienda?

    Como es posible que el Estado venda el 49% de toda Aena (46 Aeropuertos y 2 Helipuertos) por 2.500 millones de €, cuando sólo la terminal T4 del Aeropuerto de Barajas costó 6.000 millones de €, cuando sólo la terminal T1 del Aeropuerto de Barcelona costó 3.000 millones de €, …

    ¿Cuáles son los beneficios de Aena (EBITDA) para 2014?, es decir, ¿Cuánto más valdría Aena si se valorara con los resultados de este año 2014?, es decir, ¿Cuánto más ingresaría el Estado por la venta del 49% de Aena si se esperara a venderlo al próximo año 2015, valorada con los resultados de este año 2014?

    En algún medio de prensa que no recuerdo, leí a finales de 2013, que la previsión del EBITDA de Aena para el 2014 era de 2.400 millones de €, un 50% más que los 1.600 millones de € obtenidos en 2013. Las previsiones han debido ser superadas con creces, pues las cifras de lo que llevamos de 2014 han sido mucho mejores de lo esperado.
    Pues simplemente si se cumple ese resultado de 2.400 millones de € para 2014, haciendo los mismos cálculos que los realizados para obtener que el 49% de Aena valdría 2.500 millones de € con el EBITDA de 2013 (1.600 millones de €), se obtiene que de privatizarse Aena en 2015 en vez de en 2014, es decir, esperando sólo un año, el Estado pasaría de ingresar 2.500 millones de euros a ingresar6.370 millones de €, un 260% más.
    Los cálculos son:
    1.600 x 10 = 16.000 millones de € (EBITDA 2013 x 10)
    16.000 – 11.000 = 5.000 millones de € (se resta la deuda, 11.000 millones de €)
    El 49% de 5.000 = 2.450 millones de € que ingresará el Estado

    En el caso de esperar a 2015:
    2.400 x 10 = 24.000 millones de € (EBITDA 2014 x 10)
    24.000 – 11.000 = 13.000 millones de € (se resta la deuda, 11.000 millones de €)
    El 49% de 13.000 = 6.370 millones de € que ingresaría el Estado de privatizar en 2015

    ¿Por qué calla la fiscalía anticorrupción?
    ¿Por qué calla la prensa?
    ¿Por qué calla la oposición?
    ¿Por qué calla el Ministerio de Economía?
    ¿Por qué calla el Ministerio de Hacienda?

    Jose Juan Montoya
    9 años

    He leido que el gobierno ha valorado AENA en 12.000 millones de euros, ¿ese es realmente su valor? el mismo que el de la deuda que tiene la Sociedad? me temo que su valor es infinitamente mayor, no obstante, con esta valoración ¿que caja hace el gobierno con la venta si tiene una deuda de 12.000 millones ? AENA es un monopolio por el que pasan aproximadamente el 90% de los turistas que vienen a este pais, AENA siempre ha tenido beneficios, otra cosa es la desastrosa gestión desde los tiempos de los presidentes Aznar (un presidente de AENA por año)y de Zapatero, AENA no depende ni ha dependido nunca de los presupuestos del Estado, se financia a si misma por tanto no cuesta un solo euro a los contribuyentes, además no olvidemos que este pais vive del turismo por tanto jugar con los aeropuertos es jugar "con las cosas de comer" es cierto que habría que cerrar algunos aeropuertos que no se debieron construir nunca y se hicieron por cuestiones netamente politicas a cargo del dinero de AENA claro, pero AENA puede gestionar perfectamente su deuda y salir adelante, me temo que esto no es más que un reparto de pastel más entre los amiguetes, hecho además aprisa y corriendo antes que lleguen las proximas elecciones, pobre AENA y pobre España

    Curtis
    9 años

    Privatización de beneficios, socialización de pérdidas.

    Así cualquiera se hace neoliberal.

    Es una vergüenza y OTRO robo al patrimonio del país. Falta una pregunta: ¿Dónde están los sindicatos?

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