Juan Miguel Villar Mir ha pasado a engrosar la lista de grandes fortunas españolas a las que su aventura en el sector hotelero se ha saldado con un fracaso, después de que el impulsor de OHL en solo dos meses haya tenido que deshacerse del control accionarial de sus dos joyas en este campo, el lujoso complejo Mayakoba en la Riviera Maya mexicana, y el Four Seasons que se va a abrir en el centro de Madrid. (El fundador de PokerStars compra a Villar Mir el Four Seasons de Madrid)
En diciembre REPORTUR.mx revelaba que OHL acordaba con RLH Properties para traspasarle hasta el 80% de los establecimientos Fairmont y Rosewood que iban en el complejo Mayakoba, así como un 51% del Banyan Tree y del Andaz dentro del mismo resort, mientras hace solo unos días se oficializaba que era el fundador de Pokerstars quien se hacía con una mayoría del complejo Canalejas de Madrid, en medio de la necesidad de liquidez del grupo de Villar Mir. (Villar Mir vende sus hoteles de Mayakoba y OHL deja el Caribe)
Con esta salida del negocio hotelero, Villar Mir se unía a otros ricos patrios como el exitoso Amancio Ortega y sus fallidos pasos con Occidental y NH, igual que su hija Sandra con Room Mate, que ha acumulado pérdidas en cada uno de sus diez primeros años de actividad.
También igual suerte han corrido las hermanas Koplowitz, ya que Alicia en 2003 junto a Orient Express compraba el Ritz de Madrid y el pasado mayo tuvo que vender el hotel a los chinos de Mandarin y a los saudís de Olayan Group, mientras que a su hermana Esther, que ha sufrido el desplome de FCC, su camino en Hospes no ha estado precisamente plagado de rosas.
Casos de reyes del ladrillo metidos a hoteleros sin éxito tienen ejemplos por ejemplo en RafaelHoteles, Foxá, Nuñez y Navarro, Martinsa-Fadesa o Beatriz, a los que hace un año se sumaba el Grupo Urvasco, destacado promotor inmobiliario y propietario del 93,25 por ciento de la hotelera Silken. (Banqueros y billionarios se atragantan como hoteleros)
Entre los motivos que hacen coincidir en su fracasos hoteleros a probados fenómenos en multiplicar su dinero se apunta a que no es su negocio principal, además de un cierto desprecio a las dificultades del negocio, como si por el mero hecho de tener un establecimiento abierto los clientes fueran a llegar, sin planificar correctamente estrategias, ubicaciones, producto y sobre todo la falta de gestores con pedigrí y experiencia, que en su inmensa mayoría sí engrosan las filas de las verdaderas cadenas punteras españolas, las de Escarrer, Riu, Barceló, Fluxá, Piñero y Matutes.
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