NEWSLETTER | PUBLICIDAD | | VISTA MÓVIL
EDICIÓN ESPAÑA

También lo hace casasmagicas

Airbnb y Homeway alquilan hasta la Cartuja de Valldemossa, en Mallorca

La generalización del alquiler turístico sin licencia ha llegado al extremo de que plataformas como Airbnb y HomeAway están comercializando hasta la Cartuja de Valldemossa, en Mallorca, tal y como publica Diario de Mallorca. De hecho, varias celdas del complejo residencial levantado para el rey Sancho I en el siglo XV aparecen en webs como las dos citadas y la más discreta y modesta casasmagicas.com.

 

En esta última tienen claro el valor de lo que ofrecen a los turistas, reflejado en el anuncio: "Antigua celda de la Real Cartuja, al lado de la que ocuparon Chopin y George Sand en el siglo XIX". El precio asciende a 250 euros la noche de turismo al margen de la ley, porque, según confirman en la conselleria de Turismo, ninguna de las tres propiedades de la Cartuja en las que se han alojado viajeros cuenta con la imprescindible autorización. Pero ahí están. Y se anuncian, pese a que la ley vigente impone sanciones de hasta 40.000 euros al propietario que albergue a turistas sin licencia o se publicite sin número de autorización.

 

La normativa también contempla sanciones de 400.000 euros que exhiban anuncios de propiedades sin permiso turístico (Stop de Baleares a los pisos turísticos furtivos: multas millonarias). Tampoco eso evita que tanto AirBNB como Homeaway exhiban celdas cartujanas. Homeaway ofrece una de ellas a 214 euros la noche. En el caso de AirBNB, el precio de la estancia en la "Cartuja Residence", como la han bautizado, se reduce a 124 euros por noche.

 

Por todas estas ofertas turísticas preguntó Diario de Mallorca a la conselleria de Turismo, que el miércoles envió a la Inspección al lugar, sobre todo después de constatar que los dueños de una de las celdas habían solicitado una licencia de actividad turística, gestionada desde Madrid. El problema es que el complejo, privado desde la desamortización de Mendizábal de 1835, es un edificio plurifamiliar, vedado por tanto al turismo. Es decir, los comercializadores madrileños presentaron la solicitud, pero para continuar una actividad ilegal, con lo que Turismo les ha instado a retirar los anuncios y cesar en su actividad si quieren evitar la sanción.

 

Aunque la irregularidad en la Cartuja viene de lejos: en la web de AirBNB, 163 antiguos huéspedes valoran su estancia en una de las celdas, que dispone hasta de piscina (un antiguo safareig con vistas a la Serra y el Ayuntamiento, en el que se solazan con sus cócteles los turistas). Las críticas de los viajeros que han dormido en la Cartuja, eso sí, son más agradables que las que legó una de las primeras turistas Airbnb de la historia de Mallorca, la escritora George Sand, que en 1835 realquiló a otro inquilino una de las celdas. Allí pasó, junto al compositor Frederic Chopin, el invierno durante el que Sand se convirtió, también sin saberlo, en la primera crítica al más puro estilo TripAdvisor. De su malestar y su pluma nació para la posteridad la crónica Un invierno en Mallorca. A Sand le agobió tanto la tranquilidad de los inviernos del XIX como hoy asfixia a muchos el frenesí de masas de los veranos del siglo XXI en Isla AirBNB. Ni la Cartuja es lo que fue.


    Acepto la política de protección de datos - Ver


    Noticias relacionadas





    Encuesta

    ¿Considera que habría que poner coto al alquiler vacacional en España?

    Ver Resultados

    Cargando ... Cargando ...




    Revista Preferente | REPORTUR | arecoa.com | Desarrollo
    Aviso Legal Política de Privacidad RSS Condiciones de suscripción Política de cookies