A alrededor de 50 millones de euros ha ascendido la multa por el fraude con el descuento de residentes y lo depositado en Fomento por el mismo concepto, y a unos 22 millones la sanción que habrían pactado para la investigación sobre el tema del pago del IVA por su actividad en Canarias, de modo que ambos procesos se saldarían con una salida de 70 millones de la caja de Globalia.
Pero antes de que pudiera saltar cualquier alarma cabe no olvidarse de que tener una minorista y una compañía aérea suele ser garantía de entrada constante de dinero líquido, aunque también lo que es que en Venezuela el grupo tiene retenida una cantidad que se acercaría a los 100 millones de la cual ni mucho menos está toda provisionada y que planean hacerlo en sus cuentas de 2016, por lo que para evitar alarmismos cuando se conozcan han optado por lanzar una ofensiva mediática y coger así ya a todos prevenidos.
Además, respecto a la tesorería, por ejemplo el descuento de residente a cargo del Estado no suele caracterizarse por una puntualidad escrupulosa en los abonos, y ello crea desfases de caja, aunque cabe reconocerle a Globalia su capacidad para que la gran mayoría de prensa haya llegado incluso a no hacer ni una leve mención sobre una sentencia en firme que de forma inédita culpa a una empresa y a ninguna persona por fraude, intentando vender además otra vez que todo ello es una campaña mediática. Olé.
La condena por el millonario fraude en el descuento de residentes —uno de los casos de mayor volumen de fraude al Estado— responsabiliza una sociedad anónima, que se ve que no tenía directivos y que la debían mover por tanto fenómenos sobrenaturales sin forma humana.
Pero en cualquier caso, un golpe punitivo como el sufrido por Globalia algo afecta a la caja incluso a un grupo generador de liquidez como ellos, y está llevando a que algunos proveedores estén sudando un poco ante algunos retrasos, que, sin necesidad ni motivo para entrar en alarmismo alguno, son la práctica habitual en los gigantes turísticos, acentuadas eso sí en ciertos momentos como cuando se juntan varias circunstancias como las actuales.
Hoy, sin embargo, la principal jaqueca para el mayor grupo turístico español, y de largo el más mediático por la peculiaridad de sus líderes, pasa por el desenlace de la crisis del Banco Popular, que tras pasar a manos del Banco Santander, se ha convertido en la principal preocupación del grupo, haciendo que Abel Matutes pueda emerger como una de las figuras clave en el desarrollo de los acontecimientos (Los Hidalgo, forzados a recomponer su relación con los Botín).
La publicación de este serial sobre el pasado, presente y perspectivas de Globalia ha coincidido también con la crisis en el liderazgo de Halcón, provocada por la salida de su director y su número dos, así como de varios responsables regionales, produciéndose en el momento más sensible del año, en pleno pico de ventas de la temporada, y convirtiéndose en el primer contratiempo serio de la dupla Javier Hidalgo-Pedro Serrahima, que han tenido que contratacar apareciendo en varias publicaciones para intentar calmar los ánimos ante las primicias de este digital (Halcón: escabechina histórica fulminando a sus regionales).
Para ellos, el reto de Globalia no va a ser tan fácil como el de Pepephone, donde alquilaban la red de Vodafone y la distribuían más barata, ya que con el grupo turístico se trata de un negocio maduro, con márgenes mínimos, con un distanciamiento entre familiares accionistas y ejecutivos, con una innovadora competencia y con grandes dificultades para encontrar profesionales de primera fila, así que poder adecentarlo para una lustrosa futura venta será más complejo al sumarse un nuevo frente abierto tras la fulgurante irrupción de Ana Botín como el César que concentra la atención en hacia dónde girará el pulgar.
Serial - Radiografía a Globalia, el mayor grupo turístico español
--Globalia: un triunvirato como idea para gobernar su emisor
--La deuda de Globalia y el horror de Botín
--Conjeturas sobre una venta de Globalia
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Quien siembre vientos, recoge tempestades. Y Globalia con Pepe a la cabeza no ha hecho en su vida otra cosa que sembrar vientos en la torpe creencia de que las vacas gordas no se iban a acabar nunca (gordas para él, se entiende, para los empleados poco les ha importado).
Pero en estas que los fraudes empezaron a tener recorrido judicial, las adjudicaciones del Imserso, idem. Hacienda empezó a investigar, las low cost a hacer daño...Y Pepe huyó hacia adelante, negando todo lo que no le gustaba, cocinando EREs ilegales, copiando ilegalmente a click air en Universal, dejando que la deuda venezolana engordara cada vez más, confiando como siempre, en un as en la manga. Y los años pasaron, las estructuras de la empresa quedaron obsoletas. Los ineptos que sobrevivían teniendo los vientos de cola empezaron a mostrar sus vergüenzas de no ser más que simples aduladores de "la familia" y como coche averiado en mitad de la carretera, ha visto que la competencia le adelantaba por la derecha, izquierda y casi por arriba y por abajo.
¿La bala de plata? aliarse a Ryanair en una jugada desesperada que es el principio del camino hacia la venta de la joya de la corona al grupo irlandés. Nadie ve a Javier Hidalgo envejeciendo luchando un año y otro también contra competidores cada vez más numerosos. Hará lo mismo que con Pepephone.
Bueno es que se ha librado de la cárcel pagando, mucho, pero sólo pagando. La vergüenza es esa sentencia y quien la dictó. Al final, España es un Estado de Derecho...para unos más que para otros. Y para esto unos y otros hablan de lo bien que está la democracia y la constitución. Pues con Franco no robaban ni tantos ni tanto. ¡Y al que se pique, que se rasque!