Alarma en grandes redes: la política rompe la venta de la temporada alta

Las grandes redes de agencias de viajes ya han constatado esta misma semana pasada una bajada de ventas. Lo atribuyen sin dudarlo a que la incertidumbre económica ha vuelto a instalarse en España tras el sorprendente resultado de las últimas elecciones. La expectativa ahora es que esta tendencia se prolongue hasta las próximas elecciones, las generales previsiblemente a finales de noviembre. Un posible duro golpe para la temporada alta de venta, donde se concentra más de la mitad de la facturación del año.

El consumidor —una parte notable de él— vuelve a la psicología de hace dos años, que tiene para gastar, pero prefiere ser prudente por si acaso, hasta que se aclare la situación económica. Las clases medias y sobre todo medio-altas estuvieron toda la semana pasada en estado de ’shock’ porque Madrid y Barcelona estén cerca de tener alcaldes neocomunistas. Ese segmento del país, que es el principal mercado de las agencias de viajes, está ahora mismo conmocionado y la clase directiva apunta a que con ello la demanda se va a ver afectada inevitablemente.

Esta última semana hizo que alguna gran red no pudiera cumplir su presupuesto de venta, después de venir superándolo en las anteriores. Ejecutivos de primera fila del Sector turístico transmiten a preferente.com que la venta del vacacional puede verse afectada, pero quizás más la de empresas. Ahora se contempla revisar las previsiones para el verano, porque se asume que el ánimo del consumidor y su confianza en la economía ha dado un vuelco, y ello tendrá obviamente también implicaciones directas en los hasta ahora optimistas cálculos del PIB.

Con este factor político, parece volver a torcerse un verano más para las agencias de viajes la posibilidad de conseguir un buen ejercicio a final de año. Hasta abril, la temporada no había sido para tirar cohetes, pero en mayo sí se notó que la mejoría que se apreciaba en el resto del consumo había llegado también a las minoristas. Sin embargo, la última semana ha sido muy intensa, política y mediáticamente, y el estado emocional del consumidor se ha visto alterado de pleno.

Para algunos grupos, los más débiles, es echar más sal en la herida. Ya antes de las elecciones veían complicado que sus divisiones más señeras pudieran cerrar en negro, y ahora el clima es peor, aunque aún conservan la esperanza de que con jugosos contratos públicos puedan remontar y salvar el año. Pero, en definitiva, el resultado electoral de las municipales y autonómicas, sobre todo en las grandes capitales, ha supuesto ya una merma evidente para las agencias.