En enero de 1994 Husa, propiedad de Joan Gaspart, atravesaba un mal momento, un hecho que obligó al empresario a reestructurar su imperio hotelero para paliar la situación.
La mayoría del conglomerado empresarial de Gaspart estaba en Barcelona. La crisis que se vivía en la hotelería de la ciudad trajo consecuencias negativas para el grupo, ya que su fuerte presencia en esta zona incrementó notablemente sus malos resultados.
Husa contaba en aquel entonces con 18.663 plazas en 77 hoteles, según los datos de la Asociación de Cadenas Españolas, pero sumándole otras empresas no integradas en el grupo la cifra de hoteles superaba el centenar.
El hecho de que una quinta parte de los hoteles se hallaran en Barcelona hacía sentir los efectos de la crisis de una manera más intensa. Por eso, una de las decisiones inmediatas que tomó el empresario fue frenar proyectos y desprenderse de los hoteles no rentables o cuyos alquileres y cánones no fueran muy elevados para Husa.
Preferente.com Diario para profesionales del Turismo