Capital de la provincia de Soria. Su reducido número de habitantes le permite mantenerse vinculada al entorno natural y conservar un sosegado ritmo de vida, el mismo que inspiró a poetas como Antonio Machado o Gerardo Diego. Su pasado histórico está condicionado por el carácter de ciudad fronteriza, entre las tierras cristianas y musulmanas primero, y, posteriormente entre castellanos, aragoneses y navarros. En época medieval tuvo una próspera actividad comercial, pero la expulsión de los judíos a finales del siglo XV motivó un decaimiento de la actividad urbana, agudizada con la crisis de la Mesta. En el casco antiguo se encuentran los edificios más emblemáticos, como la catedral de San Pedro o las iglesias de san Juan Rabanera y santo Domingo. En cuanto a los edificios civiles, el principal es el palacio de los condes de Gómara, obra renacentista de soberbia fachada. En la plaza Mayor están la antigua Audiencia (actual centro cultural) y el Ayuntamiento (antigua sede de los Doce Linajes), de estilo renacentista. En el Museo Provincial se guardan hallazgos arqueológicos del Paleolítico a la Edad Moderna. Fuera del casco urbano, cruzando el Duero, está el monasterio de san Juan de Acre y en las cercanías la iglesia de San Polo, de origen templario y escenario de algunas leyendas narradas por Bécquer. Las fiestas más populares son las de San Juan.